El Real Madrid cayó ante el Tau Cerámica por 91-81 en el único partido adelantado al sábado de la sexta jornada de la ACB y alarga su crisis después de sumar tres derrotas consecutivas tras un encuentro en el que los baskonistas Pablo Prigioni e Igor Rakocevic fueron lo más destacado con 15 y 26 puntos, respectivamente.
Los de Joan Plaza, que afrontan una semana importante con compromisos ante CSKA Moscú en Euroliga y DKV Joventut en el campeonato casero, no dieron su mejor imagen y dejaron al aire las carencias defensivas de un equipo que, anota con sufrimiento y sufre para defender.
El único que se salta el guión es el internacional español Felipe Reyes. El pívot cordobés volvió a cuajar un sensacional encuentro trabajándose canastas de todo tipo e incluso anotando desde el perímetro. Siguió su ritmo un entonado Alex Mumbrú en el segundo período, aunque insuficiente para frenar el vendaval vitoriano.
Y es que a los de Dusko Ivanovic, heridos por su derrota en la anterior jornada ante el Bruesa GBC, no se les acabó la gasolina. El serbio Igor Rakocevic --especialmente motivado cada vez que se enfrenta a su ex equipo-- anotó de todas las maneras posibles y Prigioni brindó un partido espectacular.
El base argentino, que necesitaba cuatro triples para alcanzar los 350 en su trayectoria ACB, se pasó por uno. Pero Prigioni no sólo anotó, sino que se dedicó a hacer jugar a los suyos, algo que cuesta a la 'tripleta' --Sánchez, López y Llull-- madridista, mucho más individualista.
A pesar de la gran diferencia entre ambos conjuntos, el conjunto visitante logró mantener la igualdad hasta el descanso (40-35). Massey, fuerte bajo los aros y los destellos de Bullock, acertadísimo como siempre desde la línea de tiro libre, permitieron dejar con vida a los blancos --hoy de morado--.
EL TERCER CUARTO CONDENA AL REAL MADRID
Plaza nunca perdió los nervios, pero poco pudo hacer ante el vendaval de los vascos, que ya pudieron contar con un Tiago Splitter completamente recuperado y que fue vital en los rebotes defensivos. Teletovic se unió a la fiesta y el Madrid quedaba sin reacción, impasible ante el recital del Tau.
Rakocevic abrió brecha (64-51, min.29) y la precipitación se hizo dueña del Real Madrid, sumido en un cúmulo de nervios que impiden hacer buen baloncesto. Mucho difiere este equipo de aquel que ganó la ULEB, la ACB, hace dos temporadas, y que, por momentos, lo hizo bien en Europa la pasada. Al final, con demasiada tensión y choques entre los protagonistas, los locales no tuvieron problemas para cerrar su victoria.
De este modo, con mejores jugadores sobre el tapete, el Real Madrid acumula tres derrotas consecutivas, se hunde en el undécimo puesto a falta de que se complete la jornada este domingo, y enciende las alarmas en la casa blanca, que ve cómo comienza a resquebrajarse su nuevo proyecto antes de tiempo.