El régimen sirio continúa enrocado en la resistencia respondiendo con violencia a las protestas de los manifestantes, de los cuales 500 han sido arrestados a raíz de los acontecimientos ocurridos en Deraa en el marco de las revueltas contra Bashar Al Assad.
A ellos hay que sumar un número de víctimas mortales que se calcula ya en una veintena tan solo en esta ciudad, aunque los datos son confusos y podrían ser una cifra más elevada. Es difícil de precisar puesto que los duros enfrentamientos entre ambas partes han provocado la suspensión de las comunicaciones con Deraa.
Mientras, en la capital siria, Damasco, han muerto otras dos personas en la ofensiva gubernamental que mantiene varios frentes abiertos en otros puntos del país. La situación más crítica se vive en el barrio capitalino de Douma, donde se han concentrado los disturbios en las últimas horas.
A Damasco y Deraa hay que sumar una tercera ciudad en liza con las autoridades sirias: Jableh, donde han muerto alrededor de trece personas en una redada que han llevado a cabo las fuerzas de seguridad y los milicianos leales al presidente en el barrio de Harasta.
El uso de la fuerza ha sido confirmado por los cuerpos diplomáticos de terceros países presentes en Siria y que han comenzado a huir en las últimas horas. Fuentes cercanas a ellos han informado del uso de artillería contra el pueblo para aplastar las protestas pacíficas a cualquier precio. E, incluso, algún diplomático ha recordado que la actual represión es similar a la vivida en 1982 en las revueltas de Hamas cuando murieron 30.000 personas.
Desde que comenzaron las manifestaciones democráticas contra el régimen sirio, hace ya cinco semanas, han fallecido 350 personas, un tercio de ellas en los enfrentamientos de los últimos cuatro días, según los datos recabados por las organizaciones humanitarias.
Preocupación internacional
Por otro lado, tanto el presidente Obama como su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan han expresado “una profunda preocupación por el inaceptable uso de la violencia”. Ambos líderes han conversado telefónicamente y han coincidido en señalar la necesidad de “frenar ese uso de la violencia” contra los manifestantes. Estas declaraciones se producen en el marco de la escalda de violencia, que se ha generalizado en la mayor parte de las grandes ciudades sirias por parte de las fuerzas represoras del régimen de Bashar al Assad.
Al hilo de los acontecmientos, EEUU ha comenzado a evacuar a todo su cuerpo diplomático al tiempo que otros países esperan también desalojar embajadas y consulados por el clima de “incertidumbre y volatilidad” que reina en el país. Esta medida ya fue adoptada anteriormente con el resto de países del entorno y en los que han caído los distintos regímenes: Egipto o Túnez. Libia es otro de los lugares de los que han huído los cuerpos diplomáticos.