El riesgo de dejar a un niño en un coche en pleno verano: 10 minutos pueden ser mortales

Hay despistes que pueden acabar en tragedia. Con la llegada del calor, todos los años hay noticias de muertes accidentales de niños olvidados en coches. Mapfre Seguros ha presentado un informe para advertir de los riesgos de los golpes de calor que pueden sufrir los menores dentro de un vehículo. Y es que en tan sólo 10 minutos, con una temperatura exterior de 25 grados, un niño en un coche tiene muchas posibilidades de sufrir un golpe de calor, lo que puede poner en riesgo su vida.

Lo cierto es que con bajar la ventanilla no es suficiente. Según refleja un estudio de la Fundación de la compañía de seguros y la Asociación Española de Pediatría, en un día soleado, con poco más de 20 grados en el exterior, dentro de un vehículo el calor se puede acumular hasta superar los 40 grados.

¿Cómo saber si nuestro hijo está sufriendo un golpe de calor? Los síntomas son bastante claros: fiebre, debilidad, mareos, vómitos, dolor de cabeza intenso, taquicardia, piel seca...Si observamos a un menor con estos indicios, pero está consciente, hay que tumbarlo boca arriba en un lugar fresco, aflojarle la ropa, colocarle compresas frías y ofrecerle agua. En cuanto se recupere, es importante trasladarle a un centro sanitario para que le examine un médico.

La mayoría de las víctimas por hipertermia son niños menores de cinco años, debido a que su temperatura corporal se incrementa mucho más rápido que en un adulto y su joven sistema respiratorio les hace más vulnerables al calor.

PREVENIR LA TRAGEDIA

Para no tener que lamentar estas situaciones, la prevención es la clave. La Fundación aconseja no dejar a los niños solos en el coche, ni siquiera un minuto. También echar el seguro cuando aparcamos, para evitar que los niños vuelvan a entrar en el automóvil sin darnos cuenta.

Es recomendable usar algún truco que nos recuerde que no podemos dejar a un niño solo en el asiento de atrás. Una propuesta sería dejar algo que nos haga falta junto a la sillita, para que nos recuerde que no podemos dejar al pequeño solo.

Si nos damos cuenta de que cualquier persona está en riesgo de sufrir un golpe de calor en el interior de un coche, es vital actuar con rapidez y avisar a los servicios de emergencia. La Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB) recomienda que, tras dar la voz de alarma, intentemos abrir el vehículo de la forma más segura posible para liberar al afectado, por ejemplo, rompiendo la ventanilla del coche más alejada al niño.

Los casos son menores en Europa que en Estados Unidos, donde el clima es más caluroso y hay más automóviles. Allí mueren cada año una media de 37 niños encerrados en un coche con un golpe de calor.

PREVENCIÓN TAMBIÉN CON LOS ANIMALES

Pero no sólo debemos ser especialmente cuidadosos con los más pequeños. También nuestras mascotas son sensibles a las altas temperaturas y un golpe de calor puede ser mortal para un perro o un gato, que no tienen la misma capacidad que los humanos para regular la temperatura de su cuerpo.

En apenas 10 minutos, un perro puede morir dentro de un coche por un golpe de calor, que puede provocarle pérdidas de azúcar y sales, manchas de sangre en la piel, hemorragias gastrointestinales, insuficiencia hepática, insuficiencia renal o fallo multiorgánico.

En caso de rescatar a un perro que está sufriendo un golpe de calor por haberse quedado encerrado en un vehículo, se le debe rehidratar y bajar la temperatura de forma gradual. Es recomendable humedecerle el cuello y la cabeza con paños mojados en agua no muy fría, ponerle un cubito de hielo sobre el puente de la nariz, las ingles y las axilas, humedecerle la boca, sin que beba en exceso, y, por supuesto, trasladarlo a una clínica veterinaria.

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