35-26 en el marcador. Morón viene de pedir un tiempo muerto. Tiene la bola, jugada pautada desde la pizarra para recuperar la confianza y meterse de nuevo en el choque. Con lo que no contaba el equipo sevillano era con la actitud defensiva, con la presión asfixiante de los locales hasta conseguir el objetivo de robar, montar la transición y acabar con un mate de Manchón. Eso es el nuevo Bodegas Rioja Vega desde hace tres semanas. Comprendiendo esa acción se puede entender el triunfo por 74 a 61 ante un rival que sólo anotó 20 puntos (los últimos 8 fueron en los postreros 100 segundos) en la segunda mitad.
El Rioja Vega comenzó el duelo con la confianza que le había dado el triunfo del domingo anterior en el mismo escenario ante Zornotza. Quizá por eso los de Jenaro Díaz parecían desatados en la faceta ofensiva, sobre todo jugando con fluidez y encontrando la mejor opción. Este hecho provocaba que enfrente Morón no le hiciera ascos al ritmo vertiginoso que imponía el cuadro local. Ambos se adaptaban bien y el marcador se lanzaba con equilibrio, 5-5, 9-9. Parecía que ahí, el cuadro sevillano estuvo más fino con un parcial de 0-4, pero Justice, con un triple, reconducía la situación, 12-13.
No sólo eso, parcial favorable a los locales aumentaba al 8-0 que permitía el 17-13 con aún tres minutos por jugar del primer cuarto. El Rioja Vega controlaba pese a que el bloque de Antonio José López Peña cercaba a los riojanos merced a un triple de Gallardo para el 21-20. Entonces, los anfitriones se pusieron el mono de trabajo para intensificar sus tareas defensivas.
Lo lograron para inquietar a un Morón que estaba algo nervioso. Jordá, con dos triples consecutivos, empujaban a los suyos, 27-22. Manchón, con dos tiros libres, daba un pasito más, 31-24, mientras que Portález provocaba el tiempo muerto de los andaluces pasado el ecuador del segundo cuarto con el 35-26.
La actitud defensiva mostrada tras el mínimo parón fue espectacular. Probablemente lo que todo entrenador desea. Presión asfixiante, robo, transición y mate, en este caso de Manchón, para el 37-26. Sin duda a lo que está apostando este Rioja Vega tras verse en el furgón de cola de la clasificación. Sin embargo, con un marcador amplio, más once, el bloque logroñés le puso el freno.
Bieshaar, en el banco con tres personales, veía como sus compañeros iban cediendo ante el empuje de un Morón algo desesperado, pero efectivo.vParcial para olvidar hasta el intermedio. 2-15 y vuelta a empezar. Todo en poco más de tres minutos y medio. Tocaba reflexionar en los vestuarios para no echar a la borda el trabajo realizado en un visto y no visto. Gallardo, con dos triples, y Cecilia, con 6 puntos, incluido un último mate, dejaba a los suyos por delante, 39-41.
El descanso sirvió para que el Rioja Vega recuperara el tono defensivo. Ahí están los 10 puntos concedidos en los siguientes 10 minutos. Con esa intensidad, este equipo puede ganar a cualquier rival que tenga enfrente. Eso sí, necesita la implicación de todos los efectivos y la continuidad en el tiempo.
En el otro lado de la pista, Álvarez ayudó con 5 puntos seguidos para volver a liderar el electrónico, 47-45, mientras que los últimos en llegar a la entidad riojana, Portález (4 puntos) y Marín (una bandeja) dejaban a los suyos con ventaja de cara al último cuarto, 57-51, después de unos exigentes 10 minutos en los que los anfitriones habían manejado mejor los tiempos.
López y Bieshaar complicaban la labor de Morón que se encontraba 10 abajo, 61-51, obligando a Antonio José López Peña a pedir tiempo muerto y poner firmes a los suyos. Dio igual porque el holandés continuó perforando el aro rival para dar la máxima hasta el momento, 63-51, con 7 minutos por delante. El cuadro sevillano estaba atascado, bloqueado ante el muro que había enfrente. López y Marín, con una acción de dos más uno, ampliaban la renta en la mitad del último parcial, 68-51.
La victoria estaba en camino, la segunda consecutiva por primera vez esta temporada. Un triunfo coral gestado en la defensa y que tuvo su continuidad en buenos momentos de ataque. Ahora, con este nuevo rumbo ya encontrado y que parte de la actitud e intensidad defensiva, el Rioja Vega debe exhibir este rendimiento lejos de un Palacio que se ha convertido en el impulso para recuperar la confianza y mejorar el balance, además de tratar de olvidar la parte baja de la clasificación.
En cuanto al final del duelo ante Morón, poco que contar, si acaso que los sevillanos maquillaron la derrota gracias a un parcial final de 0-8 para cerrar la tarde noche del domingo con un claro 74-61.
Ficha técnica:
Bodegas Rioja Vega: Manchón (18), Justice (3), Álvarez (13), Alderete y Bieshaar (13), cinco inicial, Marín (7), López (6), Portález (), Jordá (6), Paukste (2), De Pablo e Ibáñez.
CB Morón: Corrales (2), Oliva (8), Steel (11), Vázquez (7), Dieball (12), cinco inicial, Marco (2), Cecilia (10) y Gallardo (9).
Parciales: 21-20, 18-21 (39-41 al descanso), 18-10 (57-51) y 17-10 (74-61 al final).
Árbitros: Juan Alberto Pinela García y Javier Villanueva Tena. Sin eliminados.