Saltan las alarmas. Deberían. El ‘reset’ planteado esta campaña por el Clavijo no está funcionando. Faltan 6 partidos para que concluya la primera fase y el Bodegas Rioja Vega tras perder en Azpeitia 92-74 ante Juaristi se queda séptimo en la clasificación -los seis primeros pelean por el ascenso-. Un triunfo de diferencia separa a los pupilos de Jenaro Díaz de Marín, Juaristi (con ambos se tiene perdido el basketaveraje) y Cantabria Estela (próximo rival el domingo). A dos están Basket Navarra (también por detrás en caso de empate final) y Zamora, mientras que Zornotza es líder con 11-5. Los riojanos suman 8 victorias. Insuficientes para merecer estar con los mejores.
Ambos conjuntos lanzaron el mismo número de tiros de campo, 61 (39 de dos y 22 triples), pero los vascos vivieron por encima del 54%, mientras que los riojanos no superaron el 44%. El rebote también fue para los locales, 32 frente a 26. Se pudo acusar la ausencia en la rotación de Dziuba, que disputó apenas dos minutos, pero es que las pérdidas lastraron a los logroñeses, hasta 17. Con los dígitos en la mano, el Rioja Vega naufragó, pero es que también en las sensaciones.
El preparador gijonés no da con la tecla para evitar las pájaras, ya casi habituales en el modo de actuar de un equipo inestable, irregular, además poco fiable en muchos aspectos. La apuesta por contar con un equipo intenso que imprima un ritmo vertiginoso y que no haya una estrella que asuma la responsabilidad en determinados momentos deja sin líderes, de verdad, sobre el parqué a un bloque que no es capaz de aguantar de manera constante durante los 40 minutos. El desgaste de ir muchos minutos por detrás en el marcador se acusa cuando da la sensación de que se puede dar la vuelta.
En Azpeitia se comenzó horrible (9-0 en menos de dos minutos), hubo fases en las que daba la impresión de que podía competir, se reaccionó para el 18-15 gracias a los triples de Jordan y Pérez, pero se volvió a claudicar para encajar un parcial de 12-0 -con Powell en plan estelar con 7 puntos- y tener que ir contrarreloj 30-15 todo el encuentro. Como viene siendo habitual, cuando parecía que todo estaba perdido, 46-26, a 2 minutos del descanso el Rioja Vega enganchó un parcial de 4-18 para colocar un interesante 50-44 en el ecuador del tercer cuarto.
Pero de nuevo Powell salía al rescate de los suyos para coger la directa con la máxima del partido, 78-56, a 6 minutos de la conclusión. Noguerol y López forzaron las máquinas y se pasó a un 80-69 en el que Juaristi dudó. Era el momento. Aunque sólo quedaban 3 minutos, el cuadro vasco anotó con continuidad desde la línea personal para no pasar apuros en el final del encuentro. No sólo eso, superó el 74-67 del partido vivido en el Palacio para sumar el basketaveraje particular con el definitivo, y hasta sonrojante 92-74 en el que Orlov campó a sus anchas con 21 puntos y 12 rebotes. Pero también se unió Powell, 18 puntos, Beraza o Kahler, en momentos puntuales. En el conjunto riojano, Pérez fue lo más potable junto a algunos arreones de López y Noguerol.
Si el Rioja Vega le quiere dar emoción, hay que confiar en que el próximo domingo ante Igualatario Cantabria Estela se note un punto de inflexión sobre todo en el marcador, porque en esta vuelta a LEB Plata la promesa pasaba por regresar lo más rápido posible a LEB Oro y, en estos momentos, como le sucede en la inmensa mayoría de partidos toca ir a remolque.