Tres jornadas han transcurrido y el Calzados Robusta insiste en no encontrar su versión más regular. Tres partidos, todos diferentes, en los que no ha sabido imponerse. ¿Motivos? Variados, pero en el baloncesto la defensa es clave y el ataque en necesario. Ante Prat, un rival sobre el papel duro que venía de ganar los dos encuentros, los riojanos no supieron cerrar el choque, dejarlo sentenciado. Si ya durante la primera mitad la falta de acierto privó a los de Antonio Pérez de coger una renta difícil de superar, en el último cuarto, con 56-46, todo apuntaba a que los logroñeses se iban a estrenar esta campaña en LEB Oro.
Pero entre los desatinos ofensivos y la falta de contundencia atrás, el Prat dio la voltereta (59-60 y 61-62), supo defender un mal ataque, desorganizado y sin decisión, del cuadro local para después en la prórroga llevar la voz cantante, primero desde el tiro libre y después para maniatar a un Calzados Robusta sin reacción y sin un referente -Garrido, Popadic y Galarreta lo intentaron, pero sin fotuna- como sí ocurrió en un Prat que sabía que en la hora de la verdad se la tenían que jugar Ortega o Forcada. Saber elegir. Oficio que suele decirse. De hecho, el 73-76 y la última jugada, un triple desesperado de Garrido desde 8 metros es sinónimo de que hay cosas que todavía no están claras. Había 10 segundos para buscar una opción y la acción individual fue el recurso.
Desde el comienzo, la premisa era defender y cuando se hizo el Prat parecía un rival menor. Sin embargo, si los de Antonio Pérez se relajaban o se desconcentraba entonces el cuadro catalán daba la sensación de ser un oponente complejo de superar. Pese a todo, el Calzados Robusta lamentaría no haberse ido al primer receso tras la conclusión del primer cuarto e incluso al descanso con una diferencia mayor.
POCO ACIERTO
De hecho, con un poco más de acierto, con fallos increíbles debajo de canasta, losriojanos habrían despejado las dudas y en veinte minutos se hubieran merendado a un equipo que sumaba pleno de triunfos. Pero claro con un acierto en tiros de dos del 29% es complicado ir por delante (al final se quedó en 37%). Aun así, la realidad superaba a la ficción porque el Prat no terminaba de cerrar su rebote -9 capturas ofensivas para los riojanos-, lo que permitía más tiros a los locales (32 por los 24 en el primer tiempo, 71 por los 64 a la conclusión).
Curioso que Laso fuera el mejor robador en un Calzados Robusta, norma de la casa, en el que nadie destacaba. El bloque, para lo bueno y para lo malo, se imponía. Gerun estaba igual de errático en el tiro como de sublime en el rebote ofensivo; se fallaban bandejas sin oposición, daba igual qué jugador; el acierto iba y venía, de repente se mandaban al limbo hasta varios ataques seguidos y luego se encadenaban aciertos en dos o tres acciones ofensivas.
Al menos, atrás, se mantenía el tipo ante un Prat poco fluido, espeso en el que Gerbert tiraba de los suyos con acciones de clase, mientras que Ortega, que dio un susto nada más iniciarse el choque, iba asumiendo protagonismo con el paso de los minutos, como pudo apreciarse en arranque del tercer período. El caso es que después de un inicio alentador de los anfitriones, 12-2 los últimos minutos del primer cuarto estuvieron pletóricos de desacierto hasta el punto de que tras un 1-10 los de Roberto Sánchez comenzaron a engancharse al partido.
Tanto que pese al 13-8 a los 10 minutos, Prat supo voltear con un triple de Forcada, 21-22, en el minuto 16. Por fortuna, Garrido y Norris ponían las cosas en su sitio en apenas 30 segundos, 26-22. Se entró, entonces, en una dinámica de alternativas, de imprecisiones y fallos, más que de buenas y presionantes defensas. El 33-27 al descanso debía hacer reflexionar porque el Calzados Robusta estaba desperdiciando una gran oportunidad para haber sentenciado.
VENTAJAS DEL CALZADOS ROBUSTA
Tocaba apretar, de nuevo, los dientes tras las instrucciones dadas en el descanso. Ortega y Amo se reivindicaban mientras que el Clavijo perdía balones sin sentido o cometía faltas de ataque absurdas. La renta se había reducido, 37-35 (minuto 23), y se requería que la defensa volviera a aparecer, y a poder ser acompañada de algo de acierto en el otro lado de la pista. Pero Prat, por mucho que hubiera ganado dos partidos, no parecía estar para muchos trotes y un parcial de 7-0 obligaba al equipo catalán a pedir tiempo muerto, 44-35 (minuto 26). Norris, con un palmeo, hasta aumentaba a once puntos la ventaja (48-37). Prat insistía, ya metería alguna, y tras varios rebotes ofensivos y un parcial de 0-5, producía un nuevo estrechamiento, 48-42, para finalmente cerrar el tercer cuarto con 50-44.
Garrido, clarividente en el tiro durante toda la segunda mitad, y Bonifant daban tranquilidad con el 56-46 (minuto 32). Prat reaccionaba desactivando a los anfitriones con un parcial de 0-10 tras un triple de Forcada, para igualar a 56 con cuatro minutos por jugar. Galarreta se jugaba un triple, acto seguido, para que las dudas no afloraran. Sin embargo, Gerbert, con un dos más uno después de una sucesión de fallos en el bando local, incluidos dos tiros libres de Gerun, colocaba el 59-60 a dos minutos de la conclusión.
Intercambio de canastas para llegar a las tablas a 62. Calzados Robusta tenía la bola a falta de 46 segundos. Popadic intentaba el triple, lo fallaba, pero Gerun, atento, recogía el rebote y forzaba la personal para anotar los dos tiros libres: 64-62. Prat respondía mediante Forcada para empatar y dejar un posible último ataque a los locales. 19 segundos tenían para ello. Bonifant parecía decidido, pero prefirió dársela a Gerun que, en mala posición, buscó la victoria. Mal ataque, desorganizado, sin ideas o al menos mla ejecutado. Cinco minutos más para saber quién se iba a llevar un duelo que nadie estaba decidido a ganar.
En la prórroga, Prat estaba más cómodo. El tiro libre mandaba, 67-68. Los fallos en ambos bandos se sucedían, incapaces de anotar en juego. Gerun rompió la balanza con una acción de dos más uno; 70-68. López-Aróstegui devolvía las tablas con dos minutos por delante, mientras que Ortega se sacaba de la manga una canasta y convertía un tiro libre, 70-73. Garrido, tirando de los suyos, con un triple a falta de 55 segundos demostraba que el Calzados Robusta iba a dar un paso adelante. Nikolic no se quedó atrás y anotó desde seis metros, con 34 segundos por disputar. Forcada añadía más madera con un tiro libre, 73-76.
Restaba 10 segundos. Sin tiempos muertos de por medio, había que pensar y rápido. Prat cerró filas para impedir que la pelota estuviera lejos del alcance de su pista. No dejaba pases fáciles. Garrido asumió la responsabilidad. Subió la pelota y se la tuvo que jugar con un triple lejano. Agua. El Prat se llevaba el partido y seguía con pleno de triunfos, el último gracias a la permisividad de un Calzados Robusta que le dejó con vida. Quizá no supo darse cuenta de que para ganar partidos hay que aprovechar los momentos malos del oponente para tratar de hundirlo. Que sirva para próximas citas.
FICHA TÉCNICA
Calzados Robusta: Martín (2), Popadic (9), Galarreta (10), Laso (8) y Gerun (15), cinco inicial, Bonifant (6), Tunde (2), Bravo, Garrido (16) y Norris (5).
CB Prat: Xavi Moix, Amo (2), Ortega (18), López-Aróstegui (10) y Forcada (9), cinco inicial, Nikolic (13), Gerbert (13), Costa (2), Sesé (4), Galán (2) y Ros (3).
Parciales: 13-8, 20-19 (33-27 al descanso), 17-17 (50-44), 14-20 (64-64 final) y 9-12 (73-76 tras la prórroga).
Árbitros: José María Terreros San Miguel y Carlos Javier García León. Eliminado por faltas personales el visitante Gerbert (min. 39).
Incidencias: Unos 400 espectadores en el Palacio de los Deportes.