El secretario general de la Federación de Industria de Comisiones Obreras, Jorge Ruano, ha destacado hoy cómo, tras la firma del Convenio Colectivo del Metal, “podemos decir que 3.500 trabajadores tienen garantizado un marco de relaciones laborales básico”.
Ruano ha ofrecido una rueda de prensa, junto al secretario de Política Sindical de MCA-UGT, Jesús Izquierdo, tras la firma del convenio que regula las condiciones laborales de los trabajadores del Metal por parte de ambos sindicatos el pasado 17 de marzo, después de casi dos años de negociaciones.
Ha definido el proceso de negociación como “largo, duro y complicado”, marcado, además, “por dos reformas laborales cuyo objetivo era ir contra la negociación colectiva”.
El acuerdo contiene la congelación de antigüedad en dos quinquenios, quedando el exceso como complemento de antigüedad, no siendo absorbible, compensable, ni revalorizable.
Recoge, además, la principal reivindicación de MCA-UGT, que se aplique la reclasificación profesional en grupos profesionales, con definición de tareas, funciones y un salario por grupo. En concreto, se han unificado en siete, cuando antes estaban distribuidas en cuarenta.
El convenio recoge aumentos salariales del 0,75 por ciento por año y hasta el 2016, con una revisión salarial en el año 2016 y un límite, para ese año, del 1,25 por ciento.
La vigencia del convenio se enmarca entre el año 2012 y el 2016; no tiene carácter retroactivo pero, a cambio, incluye una paga a la firma del convenio de cien euros.
Para los sindicatos, este convenio garantiza el poder adquisitivo de los trabajadores afectados hasta al menos el año 2017. Para Izquierdo, no es el acuerdo que hubieran deseado al inicio de las negociaciones pero sí el que “necesita” el sector.