¿Está en peligro el sistema de pensiones? ¿Es insostenible?
La pregunta me gusta invertirla: ¿Necesitamos un sistema de pensiones?. Pues claro, es imprescindible. La pregunta es cómo sostenemos ese sistema de pensiones, que es un elemento esencial del entramado social que tenemos y de la capacidad económica del país.
Hoy en pensiones contributivas gastamos un 10% del PIB, lo que significa que el 10% de lo que produce este país viene de lo que pagamos en pensiones que, a su vez, se gastan en su inmensa mayoría, porque las pensiones no generan una gran capacidad de ahorro sino que van a consumo directamente y, por tanto, el 10% de la demanda interna de este país depende de esas pensiones. Por tanto, las pensiones son imprescindibles para sostener la demanda interna de bienes y servicios y, en consecuencia, la oferta de bienes y servicio de las empresas, de las administraciones públicas, el empleo asociado a ella, el beneficio empresarial asociado y los impuestos que se retornan por el gasto en pensiones.
Pero el empleo se está precarizando y necesitamos más puestos de trabajo para financiar las mismas pensiones.
Las administraciones públicas tienen dos grandes fuentes de ingresos: una son los impuestos y la otra, las cotizaciones a la Seguridad Social, que vienen del mundo del trabajo. Las pensiones contributivas se financian con esas cotizaciones, con el empleo. Se está produciendo la paradoja en España en este momento de que están creciendo las afiliaciones a la Seguridad Social, se acercan a 600.000 los nuevos afiliados a la Seguridad Social, un 3%, y, sin embargo, los ingresos del sistema sólo crecen al 1% porque las políticas que se han puesto en marcha para afrontar las crisis contienen muchos elementos que debilitan el mercado del trabajo: las políticas de devaluación salarial y el aumento del poder de dirección empresarial para modificar las condiciones de trabajo de la gente, el trasvase que ha habido de trabajo por cuenta ajena, de autónomos y la proliferación del contrato a tiempo parcial.
Nosotros necesitamos reequilibrar el marco de relaciones laborales y el sistema necesita fuentes de financiación adicionales, por razones demográficas. ¿De dónde tienen que venir? Del sistema fiscal, pero nuestro sistema fiscal tiene otro gran problema, somo un país que recauda menos que los países de nuestro entorno y. en consecuencia, gasta menos y eso tiene un gran impacto los sistemas de protección social.
¿Qué va a pasar si no cambiamos esta dinámica?
Las medidas adoptadas, si no se corrigen en el marco del Pacto de Toledo, van a suponer una disminución de la protección social a través de las pensiones y con ello un empobrecimiento de los pensionistas. Son lo que menos han sufrido el empobrecimiento en la crisis, gracias al sistema de pensiones, pero si se regula un empobrecimiento futuro, disminuirá su nivel de vida y su capacidad de contribuir a dinamizar la economía del conjunto del país. Son cosas que tenemos que reformular a través del diálogo político y social y de una orientación distinta a las políticas desarrolladas hasta ahora y con una participación de las organizaciones sindicales y empresariales.