El superávit del Estado cayó un 27,5% hasta el mes de febrero al situarse en 9.381 millones de euros (0,84% del PIB), frente a los 12.948 obtenidos en el mismo periodo del año anterior, mientras que la recaudación por IVA se redujo un 8,2%, hasta los 16.924 millones, debido a la ralentización de la construcción y del sector inmobiliario.
El saldo positivo del Estado es consecuencia de unos pagos que se situaron 21.957 en millones de euros, con un aumento del 17,2%, mientras que los ingresos ascendieron a 31.338 millones de euros, lo que supone un descenso del 1,1%.
En términos de caja, que computa los ingresos y gastos que efectivamente se han realizado durante el periodo, el Estado alcanzó un superávit de 3.831 millones de euros, frente a los 6.231 millones del mismo periodo del año anterior.
En una rueda de prensa, el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, calificó de “saneada” la actual situación del Estado por disponer aún de un “superávit importante”, al tiempo que explicó que la caída del saldo positivo de las cuentas responde a un comportamiento “dispar” de la recaudación de los impuestos indirectos.
En este sentido, señaló que el descenso del 8,2% en la recaudación por IVA se debe a la caída del 16,6% de los ingresos provenientes de las pymes, bajada que, según el secretario de Estado, se ha concentrado en las pequeñas y medianas empresas ligadas al sector de la construcción.
Ocaña reconoció que este dato demuestra un comportamiento “claramente negativo” en la recaudación de estas pequeñas empresas durante los dos primeros meses del año, pero aseguró que el descenso de ha visto compensado por el comportamiento de las grandes empresas, cuyos pagos por IVA crecieron un 9% respecto al mismo periodo del año anterior.
Ocaña, que consideró que los datos de recaudación por IVA demuestran un comportamiento “coherente” con la actual desaceleración de la economía española, descartó la idea de que el descenso refleje una caída del consumo interno. “No se puede especular sobre la evolución del consumo”, indicó.
Por otro lado, el secretario de Estado resaltó la “buena y positiva” tendencia que ha mantenido la recaudación por IRPF en los dos primeros meses del año, debido a los ingresos obtenidos por retenciones del trabajo, así como el buen comportamiento de los ingresos derivados del Impuesto de Sociedades, que han aumentado un 25,2% gracias al incremento de las retenciones de capital, entre otros motivos.
En cuanto a la evolución de los impuestos especiales, la recaudación del Impuesto sobre las Labores del Tabaco, que aumentó un 18,3% durante los dos primeros meses del año debido al incremento del precio de las cajetillas, mientras que los ingresos derivados del Impuesto sobre hidrocarburos cayeron un 2,2%.
LOS INGRESOS NO FINANCIEROS SUPERAN LOS 40.000 MILLONES
En total, la recaudación neta del Estado por ingresos no financieros ascendió 40.640 millones de euros hasta febrero, un 1,2% más que en el mismo periodo del año anterior. Los impuestos directos se elevaron hasta los 18.505 millones (+10,5%), mientras que los indirectos alcanzaron los 20.781 millones (-6,1%) y los especiales se elevaron hasta los 3.333 millones (+5,6%).
Por su parte, los gastos no financieros del Estado ascendieron a 27.803 millones de euros (+7,7%) hasta febrero, mientras que los gastos financieros sumaron 6.401 millones, un 12,6% más que en el mismo periodo de 2007.
Ocaña destacó el comportamiento de los gastos de personal, que se elevaron un 9,9%, hasta los 3.614 millones, debido, en gran medida, a la paga única a las clases pasivas por la desviación del IPC en el pasado ejercicio, que cerró el 2007 en el 4,2% en tasa interanual.
“UN GOBIERNO PRUDENTE”
El secretario de Estado de Hacienda subrayó que el Ejecutivo presidido por José Luis Rodríguez Zapatero se ha ganado “un reputación de prudente” durante sus cuatro años de Gobierno, situación que, a su parecer, ha permitido acumular superávit en las cuentas públicas del Estado.
Para Ocaña, esta circunstancia sitúa a España en una posición “cómoda” y le otorga una “importante protección” ante una posible reducción de ingresos como consecuencia de las turbulencias financieras, razón por la que se mostró optimista ante la posibilidad de alcanzar las previsiones marcadas por el Gobierno en funciones. “Hemos presupuestado de forma conservadora. Estamos cómodos con la previsión de superávit y con la posibilidad de ejecutar el presupuesto sin agobios”, señaló.
MANTIENE UN CRECIMIENTO DEL 3,1%
Preguntado sobre si el Departamento dirigido por Pedro Solbes se plantea la posibilidad de adelantar la revisión de las principales previsiones macroeconómicas ante la evidente desaceleración económica, Ocaña reiteró que el Ministerio de Economía revisas sus estimaciones dos veces al año y que esa es la política que mantendrá en el futuro.
En este sentido, señaló que la previsión del Gobierno sigue contemplando un incremento del PIB del 3,1% para el presente ejercicio, aunque reconoció que existen riesgos a la baja para el crecimiento económico, como consecuencia de la situación internacional y la desaceleración de la construcción.