El veterano presentador Walter Cronkite, conocido como el padre del periodismo televisivo y el hombre más creíble de América por su etapa como presentador de los informativos de la CBS, falleció este viernes a los 92 años de edad en Nueva York, según informó la cadena estadounidense en su edición digital.
Destacado por su estilo directo, su bigote, y su mítica frase 'Así son las cosas', Cronkite se convirtió en uno de los profesionales de la comunicación de mayor prestigio al cubrir eventos como el asesinato del ex presidente estadounidense John F. Kennedy, la llegada a la luna de 1969, la guerra del Vietnam y el caso Watergate.
El telediario de las siete de la tarde de la CBS pasó a ser el noticiero líder de audiencia durante su etapa como presentador de informativos en la década de los sesenta, setenta y ochenta hasta que se retiró en 1981 sin que el público norteamericano se hubiese cansado de él.
“Cronkite personificó a la gente de su época”, aseguró el veterano corresponsal de guerra estadounidense Robert McNeil, y agregó que el periodista fallecido se convirtió en un referente. “Muy pocas personas en la historia, exceptuando líderes políticos y militares, encarnaron una generación como lo hizo Cronkite”. En la misma línea, el ex mandatario Lyndon Johnson llegó a comentar: “Si he perdido a Cronkite, he perdido a la clase media norteamericana”.
EL HOMBRE MÁS CREÍBLE DE AMÉRICA
Durante su época como presentador, su audiencia era tan alta y su imagen tan verosímil, que una encuesta de comienzos de década dijo de Cronike que era “el hombre más creíble de América”, frase por la que se le recordaría desde entonces.
Cronkite nació en Missouri en 1916, hijo único de un dentista y una ama de casa. Cuando todavía era joven su familia se mudó a Texas y un día, leyendo un artículo sobre una revista de aventuras, quedó fascinado por la figura del periodista corresponsal. Desde ese momento comenzó a trabajar para el periódico del colegio hasta que en 1933 ingresó en la Univesidad de Texas, en Austin, para estudiar ciencias políticas, economía y periodismo, aunque nunca llegó a graduarse.
Comenzó su andadura profesional como reportero para el diario 'Houston Post' y después trabajó para la 'United Press International', donde desempeñó como corresponsal cubriendo la Segunda Guerra Mundial. Fue en esa época cuando recibió una propuesta de trabajo de la CBS, y aunque en principio la rechazó, finalmente acabó aceptando una segunda oferta en 1950.