La brillante resaca europea de los equipos ingleses tendrá este fin de semana su continuación en una jornada 34 de la 'Premier League' en la que el líder, el Manchester United, recibe al Arsenal, que apura sus últimas aspiraciones al título. El United, tras superar al AS Roma también en Old Trafford y certificar su pase a semifinales, espera ya al FC Barcelona, pero antes confía en certificar sus aspiraciones para revalidar el título ante un rival directo.
Los 'gunners', el único inglés eliminado en los cuartos de la 'Champions', a manos del Liverpool, querrán restañar sus heridas manteniéndose vivo en la lucha por la corona, aunque también los 'reds', con los que empataron el pasado fin de semana, les amargaron la competición doméstica. A cinco jornadas del final de la competición dentro de un mes, los de Alex Ferguson, en su mejor momento de la temporada, pese a que vienen de empatar contra el Middlesbrough afrontan un duelo clave en su sueño del doblete.
Los londinenses, que se vieron superados por el Chelsea, son terceros, a seis puntos del primer puesto, por lo que todo lo que no sea una victoria mañana significará el fin de sus opciones, algo que quieren evitar ahora que sólo les resta esta competición.
Mientras, el Chelsea, tras superar al Fenerbahce y con el Liverpool de nuevo en su horizonte europeo, cierra el lunes la jornada recibiendo al Wigan, en lucha por eludir el descenso, se ha convertido en el principal aspirante al trono del United, del que le separan tres puntos, por lo que lo que suceda el domingo el Old Trafford puede ser decisivo para sus aspiraciones. Por su parte, el habitual cuarto en discordia, el Liverpool, vuelve a protagonizar su mismo rol de tratar de asentarse en la cuarta plaza que da acceso a la 'Champions', mientras en la competición europea brilla con luz propia, como el martes en Anfield.
Los de Rafa Benítez, tras superar al Arsenal, reciben el domingo al Blackburn Rovers, octavo, y en tierra de nadie, con el deseo de mantener los tres puntos de ventaja sobre su rival de Liverpool, un Everton que no quiere volver a conformarse con la UEFA, para lo que debe empezar por ganar mañana en Birmingham.