El choque, espectacular para el aficionado, fue vibrante en todo momento por los cambios en el marcador. El conjunto local se rehizo, con dos tantos en el minuto 83 y 85, cuando más muerto parecía, y llegará vivo al choque de vuelta de la semana que viene.
El 'Guaje' Villa fue el protagonista de la primera parte, para lo bueno y para lo malo. El delantero firmó el primer gol del Valencia tras un clamoroso fallo de Adriano en una cesión a Palop, en el minuto cinco de partido, y diez después tuvo que retirarse lesionado por las molestias musculares que ya la impidieron acabar contra el Athletic de Bilbao.
El Valencia salió muy incisivo sobre la portería sevillista y tanto Vicente como Silva trataron de explotar sus oportunidades por la banda de un desacertado Mosquera. Por la derecha fue Joaquín el que protagonizó un duelo, a veces subido de todo, con Fernando Navarro. El gaditano no olvidó que salió del Sánchez Pizjuán con un ojo morado.
El equipo de Manolo Jiménez se mostró muy plano en los primeros 45 minutos. La falta de un cerebro en el centro del campo y la ausencia por lesión de Kanouté hizo al conjunto andaluz excesivamente previsible. Luis Fabiano, muy solo arriba, apenas apareció y cuando lo hizo Albiol y Maduro se encargaron de tenerlo a raya.
El que más agradeció la poca pegada de los visitantes fue el canterano Vicente Guaita que tenía la responsabilidad de defender la portería local, ante la baja por lesión de Renan. Todos los ojos estaban puestos sobre el joven jugador y desde el principio notó el calor de la afición para darle confianza.
CAPEL LE CAMBIA LA CARA AL SEVILLA
Manolo Jiménez dio entrada a Capel en la segunda parte debido a unas molestias de Jesús Navas y el interior zurdo, que jugó por la derecha, le cambió la cara al equipo. En el minuto 51 a punto estuvo de marcar si no llega a ser porque Guaita metió la pierna derecha. En la siguiente jugada, un centro suyo desde la derecha lo cabeceó Luis Fabiano para lograr el empate.
El Valencia vivía momentos de descolocación ante el paso adelante que dio el Sevilla y un gol que hizo mucho daño. Los de Emery se vieron superados por su rival, sobre todo, por la banda izquierda en la que Moretti no acertó a imponerse ante un Capel muy entonado.
El Sevilla comenzó con su monólogo justo en el momento en el que el Valencia daba síntomas de que se le acababa la batería. Para más complicaciones del conjunto local, el Sevilla recibió la ayuda del colegiado y del asistente cuando concedieron un gol en claro fuera de juego marcado por Adriano.
De nada sirvieron las protestas valencianistas y Emery trató de darle nuevos aires al equipo con al entrada de Mata por un Vicente que desapareció en la segunda mitad. El Valencia tenía que remar a contracorriente a falta de 20 minutos para acabar.