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El Valencia se hunde en tres minutos

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El equipo blanquinegro se impuso al checo con mucha comodidad desde el principio, pero del minuto 78 al 81 vivió un momento relajadamente caótico que supuso que el Slavia empatara a dos. El Valencia se adelantó 0-2 con tantos de Joaquín, de penalti, y de Maduro al inicio de la segunda mitad, pero fueron neutralizados por el acierto de Janda y el orgullo de Grajciar.

El Valencia fue el dueño y señor de una primera mitad en la que marcó el ritmo del encuentro, anotó un gol y tuvo la posesión del balón. Luego se le puso todo de cara tras la reanudación después de que Maduro marcara un golazo en el minuto 46 y el Slavia de Praga se quedara con un jugador menos por la expulsión de Senkerik.

El Slavia trató de aplicar la receta que le dio un empate en Mestalla hace dos semanas, pero en esta ocasión lo hizo con un nivel de intensidad más bajo. El conjunto checo estaba muerto hasta el minuto 78 cuando anotó Janda de cabeza a saque de esquina y revivió a todos sus compañeros.

Desde el principio, el conjunto español vio como su rival le daba muchos metros y apenas presionaba la salidad del balón. Esto hizo que Baraja jugara muy cómodo y se gustara a la hora de dirigir a sus compañeros. El vallisoletano tuvo como fiel escudero a Marchena que volvió a competir un mes después de su lesión.

El Slavia juntó dos líneas de cuatro jugadores bastante cerca de su portero, con la intención de no dejar huecos por donde apareciera la creatividad de los blanquinegros. Sin embargo, la genialidad es difícil de parar y Mata a los 20 minutos se dio un esprint para meterse en el área y plantarse ante Romanovs. Hubacek se vio obligado a derribarlo y cometió penalti.

Con la ausencia de Villa por sanción, fue Joaquín el que asumió la responsabilidad de lanzar y marcar. El gaditano se mostró muy participativo por ambas bandas y con ganas de reivindicarse ante Emery. El 0-1 no inquietó a los locales que siguieron jugando a lo mismo: a defenderse y salir a la contra.

El Valencia jugó muy cómodo con el consiguiente peligro de caer en la excesiva relajación. Sin embargo, la defensa valencianista se mostró muy segura y los checos apenas inquietaron la meta defendida por Moyà