Medio millar de personas se concentraron este martes para pedir la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato. A las siete de la tarde, La Marea Blanca de La Rioja convocó una concentración frente a la Delegación del Gobierno para mostrar además su apoyo a la auxiliar infectada, Teresa Romero, porque tal y como aseguraron “la llegada del ébola a nuestro país es el resultado de la improvisada e irresponsable gestión del Gobierno nacional, no lo trajo Teresa sino que vino en avión”.
La Marea Blanca considera además que la repatriación de los dos enfermos “no fue la decisión más acertada, sobre todo teniendo en cuenta que no estábamos preparados para afrontar esta enfermedad”. Con gritos como 'la peor infección es la privatización', los manifestantes quisieron dejar claro que “el verdadero virus es la política de este Gobierno y de todos los presidentes y consejeros de sanidad que están destrozando la sanidad pública a base de privatizaciones. Y ya sabemos que la sanidad privada nunca se hará cargo de los problemas de salud pública porque no harían negocio”.
Los manifestantes dieron la vuelta al Espolón, y a la altura del Palacete del Gobierno, hicieron un parón para a gritos de 'fuera fuera' mostrar su rechazo a la gestión sanitaria del Gobierno regional.
De hecho tildaron a los políticos de “incompetentes porque piden a la población que confíen en los magníficos profesionales de la sanidad mientras que cada día les recortan los medios materiales y humanos y reducen las infraestructuras necesarias para proporcionar una atención de calidad”.
“La Rioja no está preparada”
Además advierten de que “La Rioja no está preparada para afrontar una alerta sanitaria en caso de que se registrara aquí un caso de ébola a pesar de lo que diga la propaganda oficial”. Y no está preparada, explicaron, porque faltan equipos de protección adecuados y los trabajadores sanitarios carecen de información y formación específica“.
La Marea Blanca de La Rioja considera que la población está recibiendo “una información sesgada y engañosa que no se ajusta a la realidad”. Es cierto que el SERIS dispone de un protocolo de actuación, que se envió en agosto por correo electrónico a los trabajadores sanitarios, pero a día de hoy no han recibido formación teórico práctica, ni se han realizado simulacros, salvo una pantomima con los trajes ante los medios de comunicación, para afirmar que todo está dispuesto y controlado.
Por todo ello, exigen, que se proteja a los trabajadores sanitarios aplicando la ley de prevención de riesgos laborales, sin improvisaciones y según dictaminen los máximos expertos en la materia.
Con la concentración del martes, quisieron sumarse “con más razones que nunca a la petición de dimisión o cese de la Ministra de Sanidad, Ana Mato, por su nefasta gestión de la crisis”, reproches que también recibió el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, “por su incompetencia y cobardía al acusar a la sanitaria contagiada en el ejercicio de su profesión”.
Por todo ello denunciaron que “lo ocurrido es, en parte, el resultado del proceso de deterioro, desmantelamiento y privatización de la sanidad pública”. Y con el acto del martes quisieron llamar la atención de los ciudadanos para que “entre todos defendamos una sanidad pública y universal y demos una contundente respuesta democrática a aquéllos impresentables que juegan con nuestra salud y nuestras vidas aplicando políticas privatizadoras a la sanidad de todos”.