El Real Zaragoza consiguió una abultada victoria sobre el Valencia (4-0) en el partido que cerró la jornada del sábado del vigesimoctavo capítulo liguero, y removió las heridas de un conjunto 'che', que llegaba a la Romareda descompuesto por su eliminación europea a manos del Schalke 04.
Los de Unai Emery recibieron excesivo castigo de un Zaragoza hambriento, con ganas de acercarse cuanto antes al objetivo de la salvación. Así, el Valencia sucumbió en una primera parte en la que ya iba perdiendo al descanso por 2-0 merced a los tantos de Jarosik y Ander Herrera.
El primero llegó de cabeza tras una falta botada por Paredes y el segundo, al borde del descanso, llevó la firma de Herrera, que batió por bajo y con calidad a Guaita. Era la sentencia de un Valencia que suma la segunda derrota en los últimos tres partidos y que encomienda su temporada a la tercera plaza liguera, la cual pone en peligro si el Villarreal gana este domingo ante el Sporting.
No obstante, y de confirmarse, sería un notable premio para los de Emery en la temporada que Villa y Silva dijeron adiós y en la que se intenta construir un nuevo modelo, una base para medio/largo plazo. Para ello no deberán descuidar el trabajo realizado hasta el momento y este sábado, no pudieron hacerlo.
El Zaragoza fue demasiado para el Valencia y terminó por desarbolar a los de Emery con dos penaltis, ambos transformados por el capitán Gabi. El primero llegó en el minuto 65 tras un derribo de Stankevicius sobre Bertolo, y el segundo --a cuarto de hora del final-- de Albelda a Braulio.
De esta forma, el Zaragoza coge aire con cuatro puntos de colchón sobre la zona de descenso, margen que no perderá después de que Almería y Hércules hayan disputado ya sus encuentros. Los maños miran hacia delante con optimismo, los 'ches' se cuestionan más cosas de las que deberían pese al 4-0 de este sábado.