Alejandro Bezares González, Luz Hernáez Hierro y Luis Javier Rodríguez Moroy han recibido este viernes las insignias de San Bernabé 2022. Con ellas, la Corporación Municipal reconoce sus trayectorias personales, profesionales y su dedicación y trabajo por la ciudad.
El emotivo acto se ha celebrado en el Salón de Plenos.
El alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza, ha destacado “la audacia, valentía, generosidad, solidaridad, emprendimiento y trabajo” de todos ellos en su vida profesional y en su labor por la ciudad.
“La audacia siempre acompañó a Alejandro Bezares en su larguísima trayectoria empresarial y logró que su industria, la compañía denominada en un primer momento Torrealba y Bezares, se convirtiera en una de las más importantes del mundo en su sector, el embalaje flexible”, ha explicado Pablo Hermoso de Mendoza, quien también se ha referido a que “la labor empresarial le dejó espacio para formar parte de la Cofradía del Pez o de la Cofradía del Vino, y de colaborar con la Cocina Económica o el Banco de Alimentos”.
Por su parte, de Luis Javier Rodríguez Moroy ha destacado “su valentía y su espíritu de concordia. Con su labor contribuyó a que nuestra tierra creciera en unos primeros años ochenta fundamentales para nuestros principios y libertades. Su labor con la ciudad ha sido siempre intensa y destaco, entre sus variadas formas de compromiso, el impulso y la creación de la Academia Riojana de Gastronomía para que La Rioja se convierta en una referencia nacional en este ámbito”, ha dicho.
De Luz Hernáez, Pablo Hermoso de Mendoza, ha subrayado “su compromiso emocionante. Su mirada hacia los demás, su mirada solidaria, y su lucha por la justicia social y su lucidez hicieron que junto con un puñado de personas organizara y consolidara los servicios sociales municipales del Ayuntamiento de Logroño”.
Luz, ha indicado, “trabajó para que los vulnerables que habitaban en los márgenes sociales de un Logroño en 1987 tuvieran sus necesidades básicas garantizadas, hizo que la justicia social fuera uno de los pilares en los mandatos del alcalde Manuel Sáinz Ochoa. Su defensa por los derechos de las personas que menos tenían y por los servicios públicos es un modelo para todos los que hoy tenemos la responsabilidad de gestionar los servicios sociales”. Y ha destacado que su labor “no se redujo solo a Logroño, todo lo contrario. Amplió su mirada, y obligó al resto a que la ampliáramos también, con los refugiados, con los saharauis, con las asociaciones vecinales. Luz, una mujer con un compromiso ético inquebrantable”.
Alejandro Bezares
Alejandro Bezares González (Logroño, 1933) es merecedor de la insignia de San Bernabé por su larga trayectoria empresarial −donde destaca la compañía Torrealba y Bezares S.L., que luego pasó a ser Tobepal Toybe y Tobefil, líderes mundiales en el sector del embalaje flexible−, así por su trayectoria personal y por llevar el nombre de Logroño y La Rioja por todo el mundo.
Bezares también fue consejero de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de La Rioja (desde septiembre de 1982 hasta febrero de 1983); primer premiado con el galardón ‘Economista Gran Reserva’; y Medalla de La Rioja en 1994. Forma parte de la Cofradía del Vino, de la asociación Amigos de San Millán, del Centro Riojano de Madrid, de la Cofradía del Pez (de la que es Cofrade Mayor desde 1967) y colaborador asiduo de entidades sociales como la Cocina Económica o el Banco de Alimentos.
La presentación de Bezares ha corrido a cargo del periodista, José María Esteban, que ha destacado que les une una “amistad” de hace muchos, siendo una persona que “favoreció el desarrollo cultural y económico de la ciudad”. Ha señalado que es un hombre que “ama a su tierra, a su familia, siendo una persona afable” y en definitiva “un hombre bueno”.
Una vez recogida la insignia, el empresario ha hecho extensiva su distinción a los que “me han ayudado a llevar a cabo los proyectos, así como también a la familia, que me han acompañado en mi largo periplo”. Ha indicado que había tenido “la suerte de nacer en Logroño, y en 1933, por lo que cuando se produjo el cambio político, yo era un cuarentón que hizo que estuviera en todas las salsas, y pude estar en la creación de la FER, el Club de Marketing” e incluso años antes el 'Club Náutico Kayak'.
No ha obviado su labor al frente de la empresa 'Torrealba y Bezares', que ahora con diferente denominación ha cumplido cien años, pero siempre
“respetando los valores de honradez, justicia social y laboriosidad”.
Luz Hernáez
Luz Hernáez Hierro (A Pobra do Brollón −Lugo− 1941), trabajadora social y concejala del Ayuntamiento de Logroño entre 1987 y 1995, desde donde contribuyó a organizar y también a impulsar los servicios sociales municipales para trabajar por la justicia social.
Su servicio al prójimo y su vocación profesional contribuyeron a la mejora del bienestar social gracias a su trabajo en programas de ayuda dirigidos a la población vulnerable. Mujer comprometida socialmente, Hernáez siempre ha sido una fiel defensora de los servicios públicos y de los derechos de los que menos tienen. Su compromiso ético y su conciencia social han sido claves para su participación en plataformas y asociaciones que luchan por una vida más justa con mayor cohesión social, como la Plataforma de Personas Refugiadas, Amigos del Sáhara, el Colegio Profesional de Trabajo Social, asociaciones vecinales o Marea Naranja, entre otras.
Su vida y trayectoria profesional ha sido glosada por la también trabajadora social, Carmen Tamayo, que ha destacado de ella que era “muy especial” pero sobre todo una persona que trabaja para “evitar que la injusticia se cebe con los más débiles”. Una persona siempre “con una mano tendida y abierta de mente y de corazón”, por lo que “es un referente con su acción comprometida”, todo ello “sin ruido pero con elocuencia”.
Una vez recibida la insignia, Hernáez ha agradecido a familiares y amigos el galardón recibido. “Aunque nací en un pueblo de Lugo, donde estuve tres años, soy riojana por los cuatro costados”, algo que ha señalado le viene de familia.
Ha destacado que la distinción “supone un nuevo impulso para colaborar con el crecimiento de nuestra sociedad en sus aspectos más inmateriales”, al tiempo que ha abogado por lograr “una fraternidad y amistad social”.
Ha pedido que se haga de Logroño “una ciudad acogedora y solidaria” que “rompa muros y abra puertas a quiénes vienen a ella”, buscando “que nadie pase de largo de aquí”. En este punto, ha puesto en valor la figura de San Bernabé, que “fue muy generoso”, y sea un referente para lograr “una ciudad basada en la igualdad y la justicia”.
Luis Javier Rodríguez Moroy
Luis Javier Rodríguez Moroy (Logroño, 1944). En el 40º aniversario del Estatuto de Autonomía de La Rioja, con esta insignia se reconoce su papel como primer presidente de la Comunidad Autónoma entre 1982 y 1983.
Rodríguez Moroy destacó por su espíritu centrista y su desempeño en la transición democrática y en el desarrollo del carácter unificador de todos los riojanos en torno a la recién adquirida autonomía. Además, fue diputado del Parlamento Riojano hasta 1989, desde donde contribuyó al crecimiento de la comunidad autónoma en sus primeros años fundamentales.
Ha sido presentado por el periodista Manolo González, que ha destacado que “le tocó vivir un tiempo trascendental en este país y supo estar a la altura”, llegando a estar retenido en el Congreso durante el Golpe de Estado.
Ha destacado que “fue parte activa” para lograr la autonomía de La Rioja, así como creó el Partido Riojano “al que dejó consolidado” en 1989, abandonando a continuación la política, y pasando a participar en varias tertulias de medios de comunicación, sin olvidar su trabajo como abogado. Además, ha puesto en valor que fue uno de los fundadores de la Academia Riojana de la Gastronomía.
Una vez recogida la insignia, Rodríguez Moroy ha puesto en valor su legado en forma de sus tres hijos logroñeses, y sus respectivos nietos, que “van a consolidar esta ciudad” en el futuro. Ha apuntado que el premio “me ha hecho ver que esta ciudad ha envuelto toda mi vida, desde mis juegos en el entorno de El Espolón, así como cruzar la pasarela para ver al Club Deportivo Logroñés o acercarme a la playa del Ebro”.
Ha hecho a continuación un recorrido gastronómico por el Logroño que conoció, al tiempo que ha reconocido que la distinción ha supuesto una “introspección” que ya me conduce al Logroño de “estrellas michelín, empresas TIC y la consideración de gran capital”, que ha animado a cuidar.