El Jueves Santo es una de esas jornadas en las que, salgas por donde salgas, oyes los tambores y los pasos de los cofrades. Las calles de Logroño vivieron en el primer día festivo de la Semana Santa, un fervor de pasos protagonizado por cinco cofradías.
La tarde arrancó con la procesión de las Siete Palabras y el Silencio, desde el colegio de los Escolapios hasta la esquina de los antiguos juzgados, como manda la tradición, a pesar de que este año no se liberó a ningún preso.
Poco después salía de Santiago el Real la procesión de Jesús Camino del Calvario, con la cofradía de Jesús Nazareno. De la parroquia de Valvanera salió el Vía Crucis de Nuestra Señora de la Piedad, llevando la Semana Santa también fuera del Casco Antiguo.
El Descencimiento de Cristo salió pasadas las diez y media de la noche y la imagen de María Magdalena fue la encargada de cerrar la jornada en la madrugada ya del Viernes Santo con la emotiva procesión del Silencio.
También la actividad fue intensa en Calahorra con la procesión del Encuentro y la escenificación de la Pasión a cargo de la agrupación Paso Viviente.
La jornada de ayer tuvo sin duda uno de sus puntos de mayor afluencia en San Vicente de la Sonsierra donde los penitentes recorrieron las calles para concluir su primera jornada de Picaos en la Hora Santa, ya en el interior de la iglesia.