El nuevo Impuesto de Matriculación ligado a las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos, aprobado el pasado 20 de julio por el Consejo de Ministros, entró hoy en vigor, a pesar de la oposición de las principales asociaciones del sector --Anfac, Aniacam, Faconauto y Ganvam--, que apuestan no sólo por incentivar la adquisición de los coches con menores emisiones de CO2, sino potenciar el achatarramiento de los vehículos más contaminantes.
La entrada en vigor de este nuevo sistema de impuesto de matriculación supondrá la rebaja de este gravamen para más de 1,1 millones de vehículos al año. Hasta el 31 de diciembre, el impuesto estaba establecido en dos tramos, en función de la cilindrada de los vehículos.
El tipo se situaba en el 7% para los automóviles de gasolina de menos de 1.600 centímetros cúbicos y vehículos diésel de hasta 2.000 centímetros cúbicos, mientras que para los vehículos de cilindradas superiores el tipo se elevaba hasta el 12%.
No obstante, el nuevo Impuesto de Matriculación refleja que los coches que emitan menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro quedan exentos del pago, que se sitúa en el 4,75% para automóviles que emitan entre 121 gramos y 160 gramos de CO2 por kilómetro, en el 9,75% para emisiones de entre 161 y 200 gramos y en el 14,75% para los vehículos que emitan más de 200 gramos de CO2 cada kilómetro, así como para los quads y motos acuáticas.
El 7,7% de los turismos y todoterrenos comercializados durante 2006 (125.662 unidades) emitía menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, mientras que el 56% emitía entre 121 gramos y 160 gramos (915.778 unidades), el 27,8% emitía entre 161 y 200 gramos (453.846 unidades) y el 8,5% expulsaba más de 200 gramos de CO2 (139.309 unidades).
UN IMPUESTO CONFLICTIVO
Desde su aprobación, esta reforma del Impuesto de Matriculación se ha encontrado con la oposición de las principales asociaciones del sector de la automoción en España, que solicitaron que se mantenga y se actualice el Plan Prever, que se suprimió el pasado 31 de diciembre.
Asimismo, estas organizaciones recordaron, en una carta remitida al vicepresidente económico del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, que un vehículo de los años setenta contamina cien veces más que un automóvil matriculado en la actualidad. Según sus datos, desde 1997 se han achatarrado 3,3 millones de vehículos, lo que supone un ahorro de 4,2 millones de toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera.
De esta forma, La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) consideró que la reforma del impuesto de matriculación es “incompleta”, pues no contribuye a la retirada de la circulación de los vehículos más antiguos y, por consiguiente, los más contaminantes.
Por su parte, la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) resaltó que la reforma del impuesto de matriculación de los vehículos no tendrá un impacto “decisivo” sobre la reducción de las emisiones de gases contaminantes “por su falta de ambición”.