Sarkozy, actualmente también presidente de turno de la UE, se encontrará con el tibetano el 6 de diciembre al asistir a las actividades organizadas para celebrar la concesión, hace 25 años, del premio Nobel de la Paz al ex presidente polaco Lech Walesa. El Dalai Lama, designado a su vez Nobel de la Paz en 1989, también participará en las celebraciones.
“Nos oponemos firmemente a la actividades secesionistas del Dalai Lama en cualquier país y bajo cualquier identidad, y también estamos totalmente en contra de cualquier contacto, de cualquier forma, entre líderes extranjeros y el Dalai Lama”, declaró hoy en un comunicado Qin Gang, portavoz del Ministerio de Exteriores.
En el comunicado, Qin declara que las relaciones de China con Francia y la Unión Europea está viviendo un momento de “mejora y desarrollo”, y que los avances tan duramente alcanzados deberían ser valorados.
También exigió el portavoz a Francia un respeto a los compromisos en política bilateral adquiridos con China y mayor atención a temas de gran importancia para el país asiático como la situación en Tíbet, si desea que las relaciones con su país, y el resto de Europa, sigan siendo “sanas y estables”.
No obstante, Sarkozy evitó encontrarse con el líder religioso tibetano durante la visita de éste a Francia en agosto pasado para no despertar la furia de Pekín (después de haber respaldado, inicialmente, un boicot a los Juegos Olímpicos del pasado verano por la represión liderada por el Gobierno chino tras las protestas en Tíbet de marzo).
El Dalai Lama sí se reunió entonces, sin embargo, con el ministro de Exteriores francés, Bernard Koucher, y con la primera dama gala, Carla Bruni.