La selección española de balonmano sufrió un pequeño revés en su intento por acceder a las semifinales del Europeo de Austria tras caer (32-26) ante Polonia, en el primer encuentro disputado entre ambos combinados correspondiente a la segunda fase del certamen continental.
Los pupilos de Valero Rivera no mostraron la solidez defensiva de los tres primeros envites ni el certero ataque -el máximo goleador en la primera fase-, dadas las continuas imprecisiones en el tramo inicial del choque, y la incapacidad en las conexiones con el pivote Julen Aguinagalde, una de las principales referencias ofensivas.
Asimismo, el cuadro centro-europeo, que en los últimos años ha sido plata y bronce en los Mundiales de Alemania 2007 y de Croacia 2009, ofreció su amplio repertorio desde la línea exterior --una de las mejores del torneo-- gracias a la destacable actuación de Karol Bielecki y los hermanos Lijewski.
Ya desde el principio del partido, y tras el intercambio de goles en el tanteo inicial, el bloque de Bogdan Wenta impuso su guión -asfixiante defensa 6-0 y rápidos contragolpes-, hasta que abrió la primera 'brecha' importante (11-5), facilitada en gran medida por los errores en la circulación del balón de la primera línea española.
Con el juego a placer de los polacos, que no llegaron a ampliar la renta debido al buen papel nuevamente de Hombrados, la 'Roja' fue naufragando en la vocación ofensiva al desaprovechar varias situaciones en superioridad numérica, y al chocar constantemente con un sobresaliente Szmal, quien dirigió desde su meta la réplica rival.
No obstante, el acierto inmaculado de Iker Romero desde la línea de siete metros acercó a los españoles a cuatro goles de distancia (13-9) al descanso, en una situación parecida a la que dispusieron ante Francia en el partido anterior, y en el que sí pudieron voltear al firmar las 'tablas' finales.
TÍMIDA REACCIÓN EN LA REANUDACIÓN
El comienzo del segundo acto marcó una tímida reacción del vigente bronce olímpico, debido a las primeras conexiones con Julen Aguinagalde, que no vio puerta hasta este momento. Además, en defensa se buscaron cambios con una disposición en 5-1, que intentaba canalizar las tentativas de los laterales polacos.
Sin embargo, esta nueva situación facilitó aún más si cabe la actuación de Polonia, cuyo pivote, Bartosz Jurecki (seis goles), fue ampliando la desventaja hasta los ocho tantos (25-17) y decantando el partido a falta de quince minutos para su resolución, a pesar de que redujeran la distancia hasta el definitivo (32-26).
De este modo, el grupo B marcha con Polonia y Francia copando las dos primeras posiciones empatadas con cinco puntos, ambos virtualmente clasificados, mientras que España se queda descolgada en tercera posición con tres puntos, aunque con remotas opciones en caso de victoria en los dos próximos encuentros ante Alemania y Eslovenia.