La actuación de la valenciana Ana Montañana (18 puntos) y de la sevillana 'Isa' Sánchez (19) fue vital para el combinado nacional español, que desde muy pronto dejó bien claras sus intenciones. Las chicas de Evaristo Pérez mantuvieron siempre cómodas ventajas y el partido permaneció en el bolsillo durante los cuatro asaltos.
En esta ocasión, y no como en el debut ante las anfirtrionas, España se sacudió la presión e hizo de su defensa presionante individual su mejor arma para comenzar a adquirir las primeras ventajas (5-14, min.6). Fue al comienzo cuando la jovencísima Alba Torrens volvió a demostrar que se encuentra en un excepcional momento de forma.
Y es que aunque la estrella española Amaya Valdemoro esté proporcionando un rendimiento muy discreto (6 puntos), se perdió la fase de preparación por culpa de una lesión, las de Pérez han demostrado no tener dependencia de la nueva jugadora del Ros Casares y fueron varias las que echaron mano del timón.
Además lo hicieron con una valentía admirable. Fue el caso de Ana Montañana e Isa Sánchez, muy bien secundadas por la joven Tamara Abalde. La jugadora del Ros, que este año jugará cedida en el Rivas Futura, demostró estar al nivel de las más veteranas y aportó cuando más lo necesitó España.
Y es que la selección de Evaristo Pérez nunca puso en peligro el envite. A excepción del 22-28 del minuto 15, las españolas abusaron de la prodigiosa muñeca de Nuria Martínez desde el perímetro. Sus dos triples llegaron antes del descanso (27-40), alisaron el camino, que por aquel entonces estaba libre de trabas.
Por su parte, Nueva Zelanda, que disputa su tercera cita olímpica de forma consecutiva, sobrevivió en el partido merced al acierto de Jillian Harmon, jugadora de la Universidad de Stanford, que se marchó con 22 puntos, insuficientes para frenar la primera victoria de las españolas, que ante las neozelandesas tomaron el camino correcto, el que las acerca a los cuartos de final.