Cuba concedió el pasado sábado la libertad condicional al preso político Ariel Sigler Amaya, quien actualmente se encuentra ingresado en el Hospital Julito Díaz de Ciudad de La Habana, y transferirá a otros seis presos políticos a cárceles más cercanas a sus familiares. Esta medida adoptada por las autoridades de Cuba, que seguramente deriva del diálogo mantenido por la Iglesia cubana y el gobierno de Raúl Castro, puede no parecer suficiente al otro lado del Atlántico.
España no tiene los apoyos suficientes para normalizar las relaciones de la Unión Europea con Cuba, según fuentes diplomáticas europeas que explicaron que “no hay unanimidad” para modificar la llamada Posición Común, que rige las relaciones con el régimen castrista desde 1996 y las condiciona a que haya avances democráticos y al respeto de los Derechos Humanos.
El Consejo de ministros de Exteriores de la UE que tendrá lugar mañana en Luxemburgo incluye en su orden del día la Posición Común hacia La Habana, que se revisa cada mes de junio desde que fue adoptada en 1996.
La Comisión Europea no espera cambios “dramáticos” en la posición europea
pero sí contempla que los ministros inicien “un proceso de reflexión sobre el futuro de las relaciones con Cuba”, indicaron fuentes del Ejecutivo comunitario.
También se espera de los ministros una referencia “absolutamente clara” a los Derechos Humanos y a la situación de los disidentes, “como no puede ser de otra manera”, según admitieron fuentes de la presidencia, tras la muerte en febrero del preso de conciencia Orlando Zapata y el estado actual del disidente Guillermo Fariñas, en huelga de hambre.
Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, apostaba por aprovechar la presidencia española de la UE para facilitar un cambio de esta política y sustituirla por un “marco bilateral de cooperación”, pero es una iniciativa que no ha cosechado los apoyos suficientes entre los Veintisiete.
A las reticencias tradicionales de países como Suecia y República Checa se sumaron otras como las de Francia,
que el jueves dejó claro a través de una portavoz del Ministerio de Exteriores que “no es posible” un cambio porque no se han producido los avances esperados.
En cualquier caso, el debate sobre las relaciones con La Habana continúa a nivel de embajadores de la UE y podrían extenderse hasta el lunes, explicaron fuentes de la presidencia española, que no descartaron que los ministros discutan la cuestión.
Moratinos prevé informar a sus colegas europeos de la reunión que mantuvo el jueves con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en París, en el marco del diálogo político reanudado entre las partes en 2008. El jefe de la diplomacia cubana trasladó a Moratinos la voluntad de establecer un “marco bilateral” con la UE e insistió en el rechazo a la Posición Común.
La recuperación del diálogo político en octubre de 2008 se produjo meses después de que los líderes europeos acordaran levantar unas sanciones diplomáticas que pesaban sobre Cuba desde 2003 (aunque estaban suspendidas desde 2005).