La selección española de baloncesto logró una balsámica victoria (50-98) ante la débil Angola en la última jornada de la fase de grupos, en un choque que sirvió a los de Aíto para recuperar la confianza tras la dolorosa derrota ante Estados Unidos y poder afrontar con optimismo el decisivo choque de cuartos de final ante Croacia, que tendrá lugar el próximo miércoles.
España salió descentrada en el primer período, quizás aún convaleciente del varapalo ante Estados Unidos, circunstancia que aprovechó Angola para superar con facilidad la defensa española, falta de intensidad pese a la vuelta de Carlos Jiménez, que volvía a la cancha tras dos partidos de ausencia.
Así, los angoleños, muy acertados en ataque, sorprendieron a España en los primeros diez minutos, obteniendo ocho puntos de renta (23-15) al término de un primer cuarto en el que el conjunto de Aíto tuvo muchos problemas para ver aro.
Pero no acabaron ahí las dificultades, y una España desconocida en ataque tuvo que esperar casi cuatro minutos para anotar sus primeros puntos en el segundo cuarto, momento en el que la selección acumulaba unos porcentajes de tiro pésimos, destacando un sangrante 0/11 en triples. GASOL Y RICKY DESPIERTAN A ESPAÑA DEL LETARGO
Sin embargo, Aíto metió de nuevo a Pau Gasol en la cancha, y el ala-pívot de los Lakers hizo despertar a la selección con una superioridad insultante bajo los aros (21 puntos sin fallo al descanso).
España dió la vuelta al partido con un parcial de 0-17 liderado por el de Sant Boi y por la intensidad defensiva de Ricky Rubio, cuyos largos brazos fueron una pesadilla constante para la línea exterior africana, y España se reencontró con su estilo recuperando la confianza antes de irse al descanso (30-40).
Tras la reanudación, España -con Marc Gasol descansando por precaución- continuó al nivel con el que se fue a los vestuarios, y pasó por encima de una Angola totalmente impotente ante el vendaval del equipo de Aíto, que rotó a sus jugadores buscando encontrar sensaciones en jugadores como Navarro o Garbajosa, cuya aportación será muy necesaria para los próximos choques.
España, que inició el último período con treinta puntos de ventaja, acabó cerrando el partido con una renta de 48 puntos (50-98), aunque ya con la mente en el decisivo encuentro del próximo miércoles ante Croacia, en el que España deberá ofrecer su mejor nivel desde el principio para conseguir una plaza en las semifinales y pelear por las medallas.