La riojana María Jacinta Guadalupe Martínez de Sicilia y Santa Cruz fue una destacada mujer progresista del siglo XIX. Sin embargo, ha pasado a la historia tan sólo por ser la mujer del general Espartero, quien se llevó todos los honores como militar y político. Hoy el propio Espartero (o su community manager) ha querido resarcir este error histórico, recordando el papel de la duquesa de la Victoria desde su perfil de Twitter.
Como detalla en un interesante hilo, la duquesa fue su “principal consejera” y su “enlace político en Madrid y Logroño”. Espartero destaca que le llegó a escribir hasta 570 cartas cuando estaba en campaña durante la Guerra Carlista, lo que supuso un gran apoyo para él.
Además, Jacinta criticó durísimamente a Salustiano Olózaga, uno de los “notables” del partido progresista y uno de los causantes de su exilio. Se hizo amiga de Juana de Vega, Condesa de Espoz y Mina y ambas eran cabezas visibles de las mujeres progresistas.
Asimismo, le seleccionaba la prensa, para que no se llevase disgustos, y criticó duramente a la reina Isabel II tras su retiro en 1856, ya que no se acordó del matrimonio hasta que volvió a peligrar seriamente su trono en 1867-1868.