La esposa de Pablo González, el periodista que lleva dos años en prisión preventiva en Polonia, Oihana Goiriena, se ha preguntado “qué ha hecho” el Gobierno español porque “resultados no se ven”. González fue detenido el 28 de febrero del 2022, acusado de ser espía ruso, mientras cubría la invasión a Ucrania para medios españoles.
Goiriena se ha desplazado hoy a Logroño para participar, a las 19:30 horas en 'La Zurda' (sede de Izquierda Unida), en un acto de apoyo a Pablo González, para el que pide “un juicio cuanto antes; que no le hagan cumplir una condena efectiva sin que haya tenido la ocasión de defenderse”.
La última noticia que tuvo de él fue después de que, la semana pasada, pudiera llamar a su abogado. “Se encuentra, dentro de sus circunstancias, bien, fuerte de ánimo, bien de salud y con ganas, sobre todo, de que esto se desbloquee, avance y de poder defender su inocencia”.
Ha relatado cómo, desde que ingresó en la cárcel, la prisión preventiva se le va prorrogando cada tres meses porque en Polonia ésta no tiene límite establecido.
De este modo, hay que “pelear por que pongan fecha de juicio, pero no está en manos de los abogados, tiene que intervenir alguna instancia superior que haga presión sobre el Gobierno de Polonia, que le diga que aunque en Polonia no haya limite legal es incompatible con la legislación europea”.
Ha entendido que esta instancia podría ser el Gobierno de España. A este respecto, Izquierda Unida llevó, el 2 de noviembre del año pasado, una iniciativa al Parlamento de La Rioja para instar al Gobierno de España, a través del Ejecutivo riojano, a que no cese hasta lograr la liberación provisional de Pablo González.
Se rechazó y, desde el PSOE, que se abstuvo, se alegó que el Gobierno de España está pendiente del caso. “Es lo que dicen, que están pendientes del caso, pero lo cierto es que en dos años y medio que se van a cumplir en agosto no se ha avanzado en absoluto”, ha indicado.
Ha añadido: “Lo que estamos pidiendo es básico, y nada que vaya en contra de ninguna legalidad, que Pablo pueda hablar por teléfono con sus hijos, porque lleva casi dos años y medio sin hablar con sus hijos mediano y menor”.
“Algo tan básico como eso, que nos den visitas regulares, sólo nos han concedido tres visitas en dos años y medio. No se ha avanzado nada, no sé lo que está haciendo el Gobierno de España pero ver no se ven resultados”, ha afirmado.
En cuanto a la fecha del juicio, ha indicado que, tras la primera prórroga, el ministro de Exteriores, Jose Manuel Albares, “dijo que estaba en contacto directo con su homólogo polaco y que le instaba a que pusiera fecha de juicio”. “Pero”, ha añadido, “seguimos igual, entonces, no sé lo que han hecho, pero resultados no se ven”.
Se ha preguntado “cómo sucede esto en Europa, porque Polonia es un país de la Unión Europea”; y cómo es posible que “nadie, ninguna instancia, del Gobierno de España o de la Unión Europea, le de un toque de atención”.
En este marco, Goiriena acude a Logroño para “darle voz, presentar su caso, denunciarlo, porque es bastante desconocido”, ha dicho explicado que, ahí donde me le han llamado y ha acudido, “la gente se sorprendía de la poca repercusión que está teniendo”.
Ha visto necesario “que haya un poco más de presión social al Gobierno de España para que éste, a su vez, la haga a Polonia”. Un gobierno, el de España, que no ha hablado con la mujer de Pablo García, con el que tiene tres hijos de dieciséis, doce y nueve.
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