Alcanzar puestos europeos va a ser complicado para un BM Logroño que enfila el tramo final de la temporada con una mochila difícil de quitar: el confinamiento, lo que conlleva al equipo a una vorágine de partidos cada tres, cuatro días, y la lesión de Serradilla, unida a la de Oswaldo y la de Ceretta, que va entrando poco a poco. Adversidades que trata de solventar el cuadro franjivino como puede. Ante Ademar, se comprobó que la falta de ritmo, y gasolina, no ayudan. En Cangas, ante un rival que se juega la vida por salvar la categoría, no iba a ser menos. Porque el actual bloque logroñés no es tan superior ante algunos rivales como ha evidenciado en fases de la temporada. Las piedras encontrada en el camino impiden la evolución, así que en ocasiones hay que tirar de coraje y calidad individual para formar un colectivo compacto. Gracias a eso, probablemente, este BM Logroño goza aún de opciones de ganarse una plaza continental.
Sin embargo, la realidad es la que es y en tierras gallegas, el conjunto dirigido por Nacho Moyano no le perdió nunca la cara al partido, estuvo siempre en disposición de ganar, de hecho, lo hacía 24-22 con dos minutoo por delante. Sánchez-Migallón y Balenciaga le daban la vuelta, 24-25, a falta de 11 segundos, pero un saque rápido y el tanto de Cerqueira privaban a los riojanos de una victoria que metiera presión a los que le preceden en la tabla. Cierto que hubo una última tentativa, pero el lanzamiento de Pina, con gol posterior, ya vino fuera de tiempo.
El caso es que como cabía esperar, Cangas iba a presentar un partido cerrado, aguerrido en defensa y buscando sus opciones en la parcela ofensiva. Edu Cadarso daba una ligera ventaja a los suyos, 1-2, a los 5 minutos. Sánchez-Migallón colocaba el 2-3, pero la exclusión del central riojano permitió que los locales tomaran el mando, 4-3. Que la igualdad iba a ser la nota predominante se percibió tras el empate a 7 que hacía Moreira en el minuto 17.
Jorge Pérez paraba desde los 7 metros para provocar que los suyos continuaran igualados, 8-8, y que posteriormente Edu Cadarso, con dos goles, seguidos, pusiera la primera ventaja seria de los riojanos, 9-11. Nacho Moyano tomaba cartas en el asunto y aunque Pina hacía el 11-13, el tiempo muerto anterior surtió su efecto para alcanzar el descanso con mínima renta para los franjivinos, 13-14.
La segunda mitad no iba a permitir muchas alegrías. Costaba anotar y eso que Dorado volvía a dejar a los logroñeses dos arriba, 15-17, en el minuto 39. Pero Cangas se agarraba a un clavo ardiendo y no permitía el despegue de un BM Logroño que sabía que era el momento para hacerlo, pero no lo lograba. Las tablas a 17 eran un hecho y aunque Moreira colocaba a sus compañeros por delante, 17-18, Miguel Ángel Velasco utilizaba la cartulina verde a 13 minutos de la conclusión con el 20-19 en contra.
En el intercambio se manejaba el cuadro visitante que recuperaba las sensaciones positivas con el 20-21 y 21-22. Momento en el que llegó la exclusión de Sánchez-Migallón, faltaban 7 minutos, y que permitió que Cangas aprovechara esa superioridad para el 23-22 con aún 4 minutos por jugarse. Pero la cosa se puso compleja con el 24-22 y apenas 120 segundos por delante. Dorado recortaba y daba esperanzas. El capitán empataba y Balenciaga hacía lo que parecía imposible, un parcial de 0-3 a falta de 11 segundos. Pero Cangas estuvo hábil, puso rápido el balón en juego. Tanto que Cerqueira armó el brazo para empatar. Aún habría una última intentona de los riojanos, aunque a trompicones Pina no cazó a la primera el pase de Edu Cadarso y el caboverdiano lanzó fuera de tiempo.
Foto: Raúl Fonseca