Evite las broncas

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Las discusiones en el lugar de trabajo provocan más alteraciones del sueño a los empleados que las jornadas largas, los turnos nocturnos o la inseguridad laboral, según un estudio de la Universidad de Michigan en Estados Unidos. Los resultados de la investigación se han hecho públicos durante la reunión anual de la Asociación de la Población Americana que se celebra estos días en Nueva Orleans.

El estudio analiza dos encuestas de aproximadamente 2.3000 adultos estadounidenses que controlaron a los mismos empleados durante una década. Durante este tiempo, aproximadamente la mitad de estas personas dijeron tener problemas de sueño.

Este es el primer estudio que analiza el vínculo entre el trabajo y la calidad del sueño en trabajadores que tienen planificaciones laborales y de sueño poco usuales, no sólo en aquellos con turnos rotatorios o estudiantes de Medicina. El trabajo se centró en la calidad del sueño inicial, la salud, el pesimismo y otros factores de confusión

Los resultados mostraron que quienes se sentían disgustados o irritados en el trabajo de forma cotidiana o bien tenían conflictos personales con sus jefes o compañeros, eran 1,7 veces más propensos a desarrollar problemas de sueño.

Como los investigadores esperaban, el estudio mostró que los conflictos de las familias trabajadoras y la presencia de niños de menos de tres años predecían los cambios negativos en la calidad del sueño. Los participantes con niños en estas edades eran 2,2 veces más propensos a informar de una baja calidad del sueño pero el tener niños pequeños no explicaba la asociación entre las discusiones en el trabajo y la calidad del sueño.

Según explica Sarah Burgard, autora principal del estudio, “se han producido grandes cambios en los pasados 50 años que han cambiado el lugar de trabajo, con implicaciones importantes en el sueño. Para muchos trabajadores, el estrés psicológico ha reemplazado los riesgos físicos”. La investigadora señala que la tensión física en el trabajo tiende a crear fatiga física y conduce a un sueño reparador, pero que la tensión psicológica tiene el efecto opuesto, haciendo más difícil el sueño.

Los investigadores esperan explorar en próximos estudios los factores que podrían proteger a los trabajadores de las condiciones laborales negativas como la edad y el sentido de utilidad en el trabajo o la ayuda a los otros. Además, los autores esperan examinar actuaciones que puedan romper el vínculo entre condiciones laborales y problemas del sueño.