El tenista estadounidense James Blake se convirtió en el primer semifinalista del torneo olímpico al sorprender en los cuartos de final a un Roger Federer que se va prematuramente de la cita de Pekín.
El norteamericano, principal baza de su país a las medallas en tenis, superó al suizo, que cederá el número uno del mundo el próximo lunes a Rafa Nadal, por 6-4 y 7-6(2) después de una hora y 31 minutos de juego.
El suizo se despide de sus terceros Juegos Olímpicos con una inesperada derrota, pues había superado al neoyorquino en los ocho duelos previos y estaba exhibiendo buenas sensaciones sobre la pista pequinesa.
El helvético acudía a esta cita con la ilusión de llevarse el oro en esta cita que comenzaba el día de su 27 cumpleaños, el pasado 8 de agosto, y con el honor de portar la bandera de su país en el desfile inaugural por segundos Juegos consecutivos.
Sin embargo, tras las decepciones sufridas en Roland Garros y Wimbledon, encajó este jueves una nueva aunque en esta ocasión no fue Rafa Nadal su verdugo, sino James Blake. Con cuatro horas de retraso por la lluvia, Federer y Blake saltaron a la cancha. A Federer hoy no le funcionó el saque como acostumbra y comenzó a tener problemas ante el norteamericano, mejor entonado con el servicio. El encuentro transcurría por el cauce esperado hasta que Blake sorprendió con una bola de 'break' en el décimo juego que le permitió llevarse la primera manga (6-4).
Los nervios hicieron mella en el de Basilea y Blake lo aprovechó para conseguir una rápida renta en el segundo set (2-0 y 3-1). El de Yonkers no se lo creía y Federer aprovechó su condición de favorito para neutralizarla en el siguiente juego.
De todos modos, Blake llevaba la iniciativa y a punto estuvo de conseguir nuevos 'breaks'. Federer sufría para mantenerse 'vivo' en el partido y fue capaz de forzar la muerte súbita, pero tras un tempranero 'mini-break' al fallar una pésima volea (2-1), su crédito se desdibujó.
Al final, Blake amarró el desempate por 7-2 y se convierte en el primer semifinalista, esperando vencedor del duelo entre Fernando González y Paul-Henri Mathieu. Federer evidenciando dudas sobre su estado de forma de cara al último 'grande' del año, el Abierto de Estados Unidos, y tras cometer 56 errores no forzados.