La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, aseguró este sábado que en su departamento no existe el “planteamiento” de rescindir el contrato adjudicado a la constructora OHL, integrada en el grupo Villar Mir, para la instalación de la línea de alta velocidad ferroviaria en los accesos a Barcelona, descartando además la posibilidad de dimitir de su cargo ante las reclamaciones formuladas por el PP, Convergència i Unió (CiU) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
Antes de comenzar un acto público organizado en Sevilla por el PSOE, Magdalena Álvarez explicó a los periodistas que para que el Ministerio de Fomento rescindiera el contrato adjudicado a OHL, hipótesis derivada del hundimiento sufrido en el andén de la estación de Bellvitge (Barcelona) durante las obras de la llegada de la alta velocidad a la Ciudad Condal, “tendríamos que partir de la afirmación de que nos habríamos planteado la rescisión del contrato”, un escenario que según aclaró “no ha lugar” al no existir “ese planteamiento”.
La ministra de Fomento concretó que la orden de paralización emitida por l Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) en cuanto a las obras adjudicadas a OHL afectan exclusivamente a un tramo de dos kilómetros de longitud correspondiente al nuevo trazado del AVE en su acceso a la capital catalana, advirtiendo al respecto de que se trata de un caso “complejo” que “necesita algún tiempo”. “Pido la serenidad necesaria para que se tengan todas las garantías de seguridad”, aseveró Magdalena Álvarez.
Remitiéndose a la rueda de prensa convocada por su departamento en la propia ciudad de Barcelona al objeto de detallar la situación de estas obras, dijo que su departamento se ha “planteado” las “diferentes alternativas” que rodean “las decisiones que garanticen la seguridad del reestablecimiento del servicio de Cercanías”, algo que, según dijo, ocurrirá con “todas las garantías y con toda la seguridad”.
“CORRER ES DE COBARDES”.
En ese sentido, y ante la tormenta de críticas caída desde el PP, CiU y ERC, que incluso han reclamado su cese, quiso dar “garantías” de que el Ministerio de Fomento “está trabajando para solucionar las cuestiones en lugar de salir corriendo”.
En cuanto a su posición en el gabinete gubernamental y las peticiones de dimisión que ayer salpicaron la escena política, Magdalena Álvarez aseveró que “nunca” ha sopesado la posibilidad de abandonar su cargo. “No voy a dimitir, voy a solucionar el problema, no me voy a ir”, respondió después de que el pleno del Ayuntamiento de la Ciudad Condal aprobara ayer con el respaldo de CiU, PP y ERC una moción solicitando su dimisión.
Al hilo, se acogió al célebre refrán de “correr es de cobardes” y tras recordar la “responsabilidad” asumida con el cargo, apuntó al transcurso de los acontecimientos futuros advirtiendo de que “el tiempo es lo menos importante” y otorgando “la prioridad” a la seguridad de las obras que se ejecutan en los accesos a Barcelona para instalar la línea ferroviaria de alta velocidad.