Los dos candidatos a la segunda vuelta de las presidenciales chilenas, el oficialista Eduardo Frei y el derechista Sebastián Piñera, cerraron a última hora del miércoles (madrugada de hoy en España) la campaña para los comicios del próximo domingo con un llamamiento a la participación y el convencimiento, al menos aparente, de que se convertirán en los sucesores de Michelle Bachelet.
El candidato de la Coalición por el Cambio, el empresario Sebastián Piñera, dio su último mitin en Concepción ante unas 10.000 personas a las que auguró que su candidatura tendrá un “triunfo histórico”, según informaciones de los medios locales. “Este domingo nuestro país va a amanecer con una nueva luz, con una nueva esperanza y que Dios nos ayude a todos a estar a la altura de este tremendo desafío”, señaló el vencedor de la primera vuelta, que logró en diciembre un 44 por ciento de los votos.
Sin embargo, las encuestas auguran un empate técnico entre los dos candidatos,
en gran parte por los apoyos explícitos que ha recibido Frei, entre los que destacan los de Bachelet (que cuenta con una popularidad superior al 80 por ciento)y del senador Marco Enríquez-Ominami, perdedor en la primera vuelta.
Desde la localidad de San Gregorio, en la Provincia de Santiago, Frei intentó hacer valer estos respaldos y pidió a los ciudadanos que acudan a votar y depositen en la urna un sufragio válido, porque no hacerlo supondría, a su juicio, “la negación de la democracia”. El candidato por la gobernante Concertación puso sobre la mesa su experiencia como jefe de Estado y los logros alcanzados por su partido durante el pasado reciente chileno.
Su acto de cierre de campaña contó con la presencia, entre otros, de la madre de la presidenta chilena, Ángela Jeria, y del ex mandatario Ricardo Lagos. Precisamente Lagos tomó la palabra durante el acto y agradeció el apoyo del “candidato del 20 por ciento”, Enríquez-Ominami, sin nombrarle explícitamente. “Está aquí a través del compromiso de Frei con cada uno de ellos”, agregó.