La respuesta de la comunidad internacional ante la crisis humanitaria que se está desatando en Libia, como consecuencia de la represión de las manifestaciones antigubernamentales, es algo fundamental. Por este motivo, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha valorado positivamente la intención de Túnez y Egipto de mantener abiertas sus fronteras a las personas que huyan de Libia. “Habida cuenta de los numerosos informes acerca de violencia y abusos contra los derechos humanos en de Libia, es imperativo que las personas que salen del país puedan ponerse a salvo en lugares seguros”, sostiene el organismo de la ONU.
A petición del gobierno tunecino, ACNUR ha desplegado equipos en el punto fronterizo de Ras Adjir, situado entre Libia y Túnez, donde se está trabajando con la Media Luna Roja Tunecina y las autoridades locales. Estos equipos seguirán de cerca la situación e identificarán a aquellas personas más vulnerables que necesitan asistencia inmediata , como los menores no acompañados, mujeres con niños o ancianos.
Además, está previsto que este fin de semana aterrice en Túnez un avión de ACNUR con tiendas de campaña y otro tipo de material humanitario de emergencia para dar asistencia a hasta 10.000 personas.
“La mayoría de los recién llegados son nacionales tunecinos que han estado trabajando en Libia. También están llegando ciudadanos libios, turcos, marroquíes y nacionales de países de Oriente Medio y África Occidental” informa ACNUR.
En estos momentos, las personas que cruzan la frontera se están alojando en hostales de la zona, albergues y en casas de familias de la comunidad local. El Ministerio de Defensa tunecino ha identificado una posible ubicación para la instalación de un campamento provisional en el caso de que se registre una gran afluencia de personas. ACNUR trabajará en estrecha colaboración con las autoridades para la construcción de estas nuevas instalaciones para dar cobijo a los recién llegados.