Gadafi avanza en territorio rebelde

Las fuerzas de Gadafi han avanzado hacia el este del país, donde se encuentra la ciudad de Ajdabiya. Algunos residentes niegan la presencia de las tropas del mandatario, que sí podría haber tomado la localidad con la detención de grupos de rebeldes.

Por otra parte, en el sector oeste del país, de claro dominio del líder libio, continuan los combates entre ambos bandos. El punto de choque más importante sigue siendo este viernes la ciudad de Misrata donde tiene lugar, según testigos y residentes, violentos enfrentamientos entre ambas fuerzas, gadafistas y rebeldes. Un portavoz de los sublevados ha indicado que a última hora del jueves el combate se había desplazado a la carretera que conecta con el puerto principal.

Otra ciudad donde se libran combates entre ambas fuerzas es Brega, con presencia de la OTAN, que el jueves confirmó que varios de los efectivos del bando rebelde murieron por el “fuego amigo”. Tras las disculpas por el error cometido, que ha llevado al bando rebelde a un balance de cuatro fallecidos en las últimas horas, la Alianza Atlántica ha avanzado que aclarará los hechos.

La ONU pide que no se ataque a civiles

Por su parte, Ban Ki Moon ha pedido a Muamar Gadafi que no bombardee las ciudades citadas, dado que se está agravando la situación humanitaria tanto en Brega como en Misrata.

En un comunicado hecho público por el secretario geneal de la ONU se señala que Misrata está siendo atacada con armamento pesado y que su población se encuentra atrapada en una ratonera de guerra con un constante intercambio de proyectiles. Ban Ki Moon ha solicitado que cesen los combates para garantizar “un acceso total de la ayuda humanitaria”.

La ciudad, que tiene 300.000 habitantes, cuenta un mes ininterrumpido de lucha entre fieles a Gadafi y rebeldes hasta el punto que, según señala la subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, “la capacidad de moverse es cuestión de vida o muerte”.

Sin embargo, ninguno de los bandos está por la labor de proclamar un alto el fuego, y a pesar incluso de la propuesta turca de negociar por ambas partes, el bando rebelde se ha negado a dejar el combate. El Gobierno de Erdogan, a pesar de esta negativa, sigue trabajando en una hoja de ruta que cesen los combates y las tropas de Gadafi se retiren paulatinamente.

Según el portavoz rebelde, el primer ministro turco ha manifestado su “interés personal”, ya que los opositores mantienen fija su posición: “No habrá conversaciones antes de que Gadafi y su familia dimitan o se vayan”.