Desde la Federación Nacional ALCER, su presidente Alejandro Toledo Noguera ha querido subrayar “sin donaciones no habría trasplantes, es importante recordarlo porque el trasplante supone el mejor tratamiento para la enfermedad renal y una verdadera esperanza para la mejora de la calidad de vida de muchos enfermos. ”Tanto toda nuestra gratitud con los donantes y especialmente con sus familias“, afirma. TESTIMONIO
Miguel Ángel Martínez García, paciente trasplantado, explica que sintió una enorme alegría al comprobar que un riñón comenzaba a funcionar otra vez. Viví este momento como un cambio radical, como “el día y la noche”, no tenía que estar pendiente de una “máquina”, se eliminaban las restricciones de líquidos que tantos problemas me causaban y la alimentación se volvía menos restrictiva.
“Sin embargo -cuenta- esa alegría inicial se volvió angustia cuando 6 meses después pasé una revisión y perdí mi pensión contributiva por incapacidad laboral. Según el Tribunal me habían curado del todo, cuando la realidad era que ni aún trasplantado podía hacer mi trabajo, mecánico de camiones. Año y medio después la justicia me ha dado la razón, pero muchos pacientes renales tienen que acudir a los tribunales para no perder esta prestación”.
“Aún así, el trasplante me ha permitido disfrutar de nuevas alegrías, como el nacimiento de mis nietas, disfrutar más de la vida y todo ello me lo hubiera perdido si España no fuera un país puntero en donación y trasplante de órganos. Por todo ello, quiero enfatizar la importancia que tienen las familias a la hora de ceder los órganos de un familiar recientemente fallecido.”