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Grávalos florece como cada primavera

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Grávalos ofrece este puente un espectáculo natural incomparable: la floración de los almendros. Con el Moncayo nevado de fondo, desde el Mirador de los Almendros –lugar bien indicado al que puede accederse a pie o en coche- pueden contemplarse en flor unos 70.000 árboles. Son más de 400 hectáreas de frutales en plena polinización los que anuncian la primavera en los términos municipales de Cabañuelas, La Palancona y Los Pedrugales.

La fecha de floración varía cada año según las condiciones climáticas y la variedad de la almendra. En Grávalos se cultivan sobre todo las variedades marcona (considerada como la de mayor calidad), largueta y redondilla. La flor del almendro es de gran belleza. Pentámera, con cinco sépalos y cinco pétalos, ofrece matices del blanco al rosado. El paisaje, impregnado de un agradable olor a miel, se viste de blanco durante poco más de una semana.

En la actualidad, se dedican al cultivo del almendro en la Comunidad unas 9.000 hectáreas, la mayoría en la Rioja Baja, aunque solamente 5.500 son productivas. La cosecha media anual ronda las 6.000 toneladas y aporta unos 6 millones de euros a la producción final agraria.

Para evitar que las heladas en el momento de la floración o poco después dañen la cosecha buscan variedades de floración tardía. Grávalos es una de las zonas con más extensión del cultivo de almendros de La Rioja, por ello la Consejería de Agricultura ha dispuesto en su término municipal un campo de ensayo de nuevas variedades.

El cultivo del almendro en Grávalos ya no tiene el peso específico que tenía hace unas décadas; hoy se ha convertido en un complemento al cultivo de viñas, olivos y cereales.