La región de El Chaco, en el sur de Bolivia, está viviendo una situación de grave sequía que ha repercutido en las cosechas de maíz y otros cultivos básicos de la zona. Recientemente Naciones Unidas ha anunciado las medidas de urgencia que ya se están poniendo en marcha para ayudar a la población afectada y evitar, en la medida de lo posible, que vendan sus tierras y animales para emigrar a las ciudades.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), agencia de la ONU, anunció medidas de emergencia para los 100.000 habitantes afectados por las consecuencias de la sequía que ha acabado con más del 80% de las cosechas en 16 municipios de El Chaco.
Los cultivos de maíz, ajonjolí, cacahuate y frijol son al parecer algunos de los más afectados. Tras la pérdida de los cultivos, unas 60.000 personas han agotado sus provisiones de comida y requieren de asistencia, según estimaciones del PMA.
La agencia de la ONU ha ofrecido a los agricultores que han perdido sus cultivos, una compensación económica y con alimentos, a cambio de sus trabajos en proyectos que beneficien a las comunidades.
Además, el PMA ofrece alimentos a unos 80.000 niños escolarizados en la región, garantizando así al menos una comida al día para los más pequeños y animando a las familias a que apuesten por la educación de sus hijos aún en tiempos de crisis como el que están viviendo.