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Opinión - ¡Con los jueces hemos topado! Por Esther Palomera

Guillermo Castillo reconoció a uno de los presuntos autores del crimen y fue asesinado con “violencia desmesurada”

Rioja2

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La Guardia Civil ha esclarecido el asesinato de Guillermo Castillo de 78 años, propietario del conocido restaurante Bodega Guillermo, el pasado 2 de mayo en su vivienda de Cuzcurrita de Río Tirón.

La investigación apunta a que los presuntos autores del crimen son dos varones, de 38 y 53 años, con un amplio historial delictivo y residentes en Logroño y en la localidad alavesa de Laserna. Estos emplearon una “violencia desmesurada” que acabó con la vida del hostelero, para posteriormente obtener un botín de menos de 600 euros.

Según ya avanzó Rioja2, el primer detenido se encontraba en un permiso carcelario y, además, el segundo portaba una pulsera de control telemático para la reinserción de las personas presas. Además, una tercera persona también ha sido detenida, aunque la Guardia Civil asegura que no participó directamente en el crimen y por el momento está en libertad con cargos. El portavoz del instituto armado se ha limitado a decir que está relacionada con uno de los detenidos, si bien este medio ya apuntó que podría ser su pareja.

La Guardia Civil ha explicado que el hostelero asesinado reconoció a uno de los detenidos por lo que les permitió acceder a la vivienda. Después golpearon a la víctima sin posibilidad de defensa, dejándola inmovilizada y encerrada en un cuarto. Así, han descartado que se utilizaran arma blancas en el asesinato.

Seguidamente procedieron a registrar sus pertenencias y las estancias del inmueble, dándose a la fuga tras apropiarse de una “ínfima e irrisoria” cantidad de dinero, según ha señalado la Guardia Civil. Los detenidos se había desplazado a Cuzcurrita desde Logroño en un turismo que estacionaron en las proximidades del lugar de los hechos.

La Guardia Civil ha puntualizado que la investigación sigue abierta por lo que no ha respondido si hay personas vinculadas al crimen en el entorno más cercano de Guillermo Castillo, aunque sí ha puntualizado que en todo caso no como autores de los hechos.

Los presuntos autores materiales están en prisión

Una vez la Guardia Civil consigue las pruebas que incriminan a estos dos individuos en el asesinato, se procede a su detención, contando con las autorizaciones judiciales para la realización dos diligencias de entrada en dos domicilios y el registro de uno de ellos, en las localidades de Laserna -Álava- y Pradillo -La Rioja-.

Finalizadas las actuaciones, los detenidos son puestos a disposición de la autoridad judicial, que decreta el ingreso en prisión de los dos varones y la libertad con cargos de la tercera persona.

La investigación, que ha sido coordinada por la Fiscalía y dirigida por la Titular del Juzgado de instrucción número uno de Haro, continúa abierta y no se descartan nuevas actuaciones.

Operación “Squilla”

Comienza el pasado 2 de mayo, tras la aparición del cuerpo sin vida de un hostelero riojano, de 78 años, en el interior de su vivienda ubicada en la localidad de Cuzcurrita del Río Tirón. Al lugar se desplazan agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil en La Rioja para hacerse cargo de la investigación.

Durante cuatro días los investigadores realizan una minuciosa inspección técnico-ocular en el interior del inmueble, en su exterior y en varios vehículos. Además, proceden a la toma de manifestación de numerosas personas relacionados con el entorno familiar, social y laboral del finado.

El análisis y estudio efectuado a todos los indicios y evidencias recogidos en las escenas del crimen, junto a los testimonios recabados, permiten centrar las primeras líneas de investigación y establecer que el móvil del asesinato había sido el económico.

A lo largo de tres meses y medio los agentes llevan a cabo el examen de un gran volumen de datos, declaraciones, indicios y evidencias, así como el despliegue de diferentes trabajos de campo, que permiten centrar la investigación sobre dos individuos con amplio historial delictivo. Ambas personas planean el asalto a la vivienda con el objeto de robar al hostelero una importante cantidad de dinero en efectivo que creían oculta en el inmueble.