Los violentos cambios políticos y los desastres naturales han convertido a la República de Haití en el país más pobre del mundo Occidental. Desde 2004, la violencia que reinaba en sus calles hizo imprescindible la presencia en el país de los cascos azules de Naciones Unidas. Han pasado cinco años y la situación de pobreza no ha mejorado.
El Banco Mundial quiere apoyar a Haití con una nueva estrategia de crédito, que con un plazo de cuatro años, dará al gobierno del país un préstamo de 121 millones de dólares. El objetivo de esta medida, según el BM, es impulsar el crecimiento económico y reducir el impacto de los desastres naturales en Haití.
“Con esta nueva estrategia, estamos apoyando los esfuerzos de Haití para dejar atrás lo sucedido el año pasado y regresar hacia un crecimiento y desarrollo de largo plazo”, informó la directora del Banco Mundial para el Caribe, Yvonne Tsikata, quien agregó que el país “enfrenta grandes oportunidades, así como enormes desafíos, y necesita un apoyo fuerte y sostenido del Banco Mundial y de otros socios internacionales”.
El Banco Mundial indicó que su plan provee asistencia a través de una mezcla de proyectos de inversión y de políticas para el desarrollo. Al mismo tiempo, señaló que apunta a estimular la presencia del sector privado con la ayuda de la Corporación Financiera Internacional, el brazo de inversiones del organismo.
Además de este préstamo, Haití recibirá la donación de 324 millones de dólares que la comunidad internacional hizo en abril para ayudar al Gobierno de Haití en las tareas de reconstrucción.