Hamilton versus Massa

Rioja2

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El GP de Brasil, última carrera de la temporada, está a punto de echar a rodar. Lewis Hamilton (McLaren) tiene siete puntos de ventaja sobre Felipe Massa (Ferrari). Son los dos únicos pilotos que pueden ser campeones del mundo. La situación recuerda, y bastante, a la del año pasado, cuando Hamilton era líder del Mundial con cuatro puntos de ventaja sobre Fernando Alonso y siete sobre Kimi Raikkonken.

El británico, devorado por la presión, se volvió loco, y cuando lo más fácil era terminar sin problemas y colocarse los laureles en la cabeza, encadenó una serie de errores que acabaron con sus deseos en un santiamén. El doblete de Ferrari, con Kimi ganando la carrera, y el tercer puesto de Alonso, con un McLaren inferior en Interlagos a los coches rojos, dio el título a Raikkonen.

Está claro que esto es sólo historia, pasado, imágenes en blanco y negro. En este caso, el que repite protagonismo es Hamilton. Kimi y Fernando han dejado su puesto de protagonistas y ahora es Felipe Massa el que, en su tierra, ante su gente, se juega un título en el que las mejores cartas las tiene su rival.

En el casino brasileño, donde la bolita de la suerte rodará por la ruleta del Jose Carlos Pace con eterno capricho y volubilidad, a Hamilton le vale ser quinto, siempre que Massa gane la carrera, para ser campeón. Está claro que sería de tontos muy tontos repetir los errores del pasado. Por todo esto está claro que la del domingo va a ser una carrera rarísima. Si todo va bien, el trazado carioca suele ir de perlas a los Ferrari, con lo que, de no pasar nada extraño, el doblete sería viable. Pero necesitan, al menos, tres coches más por delante de Hamilton para que Massa sea campeón. Difícil, si Hamilton no repite los errores infantiles del año pasado, donde llegó a pulsar en plena carrera el sistema de reinicio del sistema electrónico del coche, lo que le dejó 30 segundos sin poder acelerar, todo esto después de cometer dos fallos tras los que había bajado a la octava posición.

Con estos mimbres vamos a asistir a una carrera donde el tiempo va a pasar muy despacio. Cada vuelta será un mundo, los 317 kilómetros por hora de velocidad punta parecerán cámara lenta. Serán 71 interminables vueltas a un circuito de 4.309 metros, escenario de la consecución de los dos títulos mundiales de Fernando Alonso en 2005 y 2006.

La suspicacia va a estar a la orden del día. En el mundo de la F1 hay medio millar de mentes calenturientas que seguro que ya tienen una lista de varios folios con posibles ‘percances’ o ‘incidentes’ que valen un título mundial. En cualquier caso será una gran opción para ver cómo actúa, otra vez, Hamilton bajo presión, al igual que Massa. Ambos no la manejan nada bien y la carrera, seguro, será apasionante, llena de tensión, emboscadas y adrenalina en cada curva.