Hasta que a Chevi le duró la chispa

Rioja2

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La Unión Deportiva Logroñés se dejó dos puntos en El Montecillo, un campo en el que tres favoritos a todo (Racing de Ferrol, Racing de Santander y UDL) no han logrado vencer. Esta vez el demérito hay que dárselo al cuadro riojano, que desperdició sus oportunidades, que gozó de ocasiones para irse al descanso con el marcador a favor y que fue de más a menos. Parte de culpa, de lo bueno y de lo malo, la tuvo el rendimiento de Chevi.

El madrileño, que debutaba esta temporada tras dejar atrás sanciones y lesiones, manejó la batuta de los blanquirrojos con criterio. Hizo jugar a sus compañeros con sensatez y dejó detalles del gran futbolista que es. Sin embargo, con el paso de los minutos -y con el viento en contra-, como es lógico, ya no participó con tanta continuidad lo que generó que el UD Logroñés se quedara un poco ciego en la dirección. Nadie tomó el relevo, ni Muneta, también cansado. Pero también faltó el último remate. O a lo mejor es destacable el acierto de Álex, sin duda el mejor del partido, un portero que permitió a la Arandina quedarse con un punto.

Carlos Pouso ya intuía que había que ir a El Montecillo con todo porque el rival, la Arandina, lo iba a poner difícil. Y así fue. El técnico vasco apostó por el once que más confianza le da a estas alturas de temporada. Con Julio Rico y Paredes como laterales, la sorpresa estuvo en el compañero de Borja en el centro de la zaga, Adrián León. La incursión del cántabro permitía ver, por primera vez esa campaña, a un trío que debe dar muchas alegrías a la afición blanquirroja: Jacobo dando equilibrio, Chevi manejando la batura y Muneta aportando calidad por arrobas. Titi e Íker Alegre eran los puñales, mientras que Pere Milla ejercía de '9', una posición en la que no hace tanto daño como cuando juega unos metros por detrás.

Paradas de Álex

Con intensidad y ritmo, favorecido por el viento a favor en la primera mitad, el UD Logroñés pisaba campo rival con insistencia. Había chispa. Chevi marcaba los tiempos. Hacía y deshacía. Titi galopaba por su costado, mientras que Íker Alegre, con más movilidad, aprovechaba los espacios que dejaba Pere Milla desmarcándose constantemente. Control. Y a los 9 minutos, Chevi pondría a prueba a Álex con un tiro desde el punto de penalti. Primera demostración de guardameta que iba a dar la tarde a los blanquirrojos.

Sólo había una dirección. Era cuestión de tiempo. La Arandina sufría, lo pasaba mal. Ni siquiera salía a la contra. Le costaba respirar. Había que dar un golpe encima de la mesa. Faltaba ese último pase y el remate perfecto. Íker Alegre tiraba cruzado. Titi probaba a Álex desde la frontal. Muneta remataba picado y el portero local desviaba a córner. Miguel era un espectador de lujo. Ni una intervención. Señal inequívoca de que la UDL estaba mereciendo más y de que lo estaba haciendo bien. Llegaba el descanso. Un alivio para una Arandina maniatada, encorsetada. por un contrincante al que sólo le faltaba ser contundente en el área rival.

Comenzaba el segundo tiempo y, poco a poco, las tornas fueron cambiando. Salvo un centro de Paredes que remató Pere Milla rozando el poste, el juego fue perdiendo frescura y precisión. Ya no había tanta continuidad en las acciones de los visitantes y los de Javier Bermúdez hasta miraban de cerca a Miguel. No en vano, en dos saques de esquina pudieron sorprender a los riojanos. Con idéntico protagonista, Gonzalo. Primero buscó un gol olímipico, ayudado por el viento, y después tuvo un remate franco en el segundo palo, pero no atinó. Aviso a navegantes de que las cosa ahora se ponía más cuesta arriba.

Miguel, salvador en el tiempo añadido

Chevi estaba apagado y Muneta tampoco tomaba su relevo. Jordan -entró por Titi-aportaba velocidad arriba y Pere Milla se escoraba a una banda. Pouso trataba de reconducir la situación, de insistir en el dominio, aunque la Arandina equilibraba la contienda. Se protestó un posible penalti por empujó a Chevi, pero se quedó ahí. Muneta, antes de dejar su lugar a Miguel Santos, estuvo cerca de poner la pelota en la escuadra, pero eran jugadas aisladas. Las piernas estaban más pesadas y la cabeza tampoco regía con tanta rapidez. Íker Alegre lo seguía intentando, pero Álex había cerrado su portería.

Carlos Fernández, como último recurso, sustituía a Íker Alegre. Juego directo, pero sin oportunidades. Es más, Mauri, con el tiempo ya cumplido, se inventó un tiro desde casi 40 metros que, empujado por el viento favorable, iba dentro. Apareció Miguel, salvador otro día más, para desbaratar lo que podía haber sido una derrota cruel en el único tiro entre los tres palos de los ribereños. Así murió un encuentro en el que el UD Logroñés se dejó dos puntos en el camino por no haber aprovechado sus opciones durante una primera parte en la que fue muy superior a una Arandina invicta en su feudo. Los de Carlos Pouso, pese a sumar a domicilio, están fuera de la fase de ascenso y bajan a la quinta plaza -llevan 11 puntos-, a 2 del liderato. El sábado que viene, otra salida, frente al Celta B, que salió goleado de Guijuelo (4-1).

Arandina: Álex; Borja Plaza, Mauri, Pajarero, Pablo, Gonzalo, Adri (Ruba, min. 72), Manu, Pau Franch, Ochoa y Javilillo (Adeva, min, 61).

UD Logroñés: Miguel; Julio Rico, Borja, Adrián León, Parede; Jacobo, Chevi; Titi (Jordan, min. 61), Muneta (Miguel Santos, min. 76), Íker Alegre (Carlos Fernández, min. 88); y Pere Milla.

Goles: No hubo.

Ábitro: Jon Ander González (colegio Vasco), acompañado por Alonso David Pérez y Mikel Oribe. Amonestó a los locales Pau Franch (min. 56), Ochoa (min. 71) y Ruba (min. 88) y al visitante Julio Rico (min. 54).