Las declaraciones de la Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, no han sentado bien en México. La jefa de la diplomacia estadounidense dijo en el Consejo de Relaciones Exteriores celebrado en Washington ayer que México “cada vez se parece más a la Colombia de hace 20 años, donde los narcotraficantes controlaban ciertas partes del país”, y que, además, en el país de Felipe Calderón hay “cada vez un mayor nivel de insurgencia”.
Desde México, estás declaraciones ya han tenido respuesta. Ha sido a través del portavoz de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré, quien ha asegurado que “hay diferencias muy significativas” entre ambos casos y que en su país se “actuó a tiempo” contra el tráfico de drogas. Entre las diferencias, Poiré ha puesto como ejemplo que en la Colombia de los años 90, Pablo Escobar, uno de los mayores narcotraficantes de la historia, ocupaba un escaño parlamentario, algo que en México no sucede. Por otra parte, también replicó a Clinton que la mayor parte de la droga que sale de México y de Colombia va a EEUU.
A pesar de estas críticas, la secretaria de Estado también reconoció el trabajo que se está haciendo contra el narcotráfico en México, donde desde 2006 se calcula que han muerto 28.000 personas víctimas del crimen organizado relacionado con la droga. Poiré destacó en sus declaraciones que Clinton hubiera valorado este punto y ensalzó la cooperación entre EEUU y México en esta materia.