De todos es sabido la profunda crisis por la atraviesa el balonmano en España. Tan sólo el Barcelona Lassa ha podido mantener su presupuesto y seguir siendo una referencia europea. Esto ha llevado al club catalán a someter durante los últimos años a todos los rivales con los que se ha ido encontrando en campeonatos nacionales.
En esta época de crisis había otra cosa que no cambiaba en liga Asobal, y es la segunda posición del Naturhouse La Rioja. El club riojano lleva tres temporadas consecutivas llegando a lo más alto que hoy en día un club en España puede llegar. Por desgracia para los de Jota González esta temporada tendrán que ceder esa posición de privilegio con todo lo que conlleva al Abanca Ademar León.
Los motivos son muchos, y se encuentran tanto en lo deportivo como en lo que está fuera de la pista. En la eliminatoria contra el Nantes, perteneciente a la previa de los octavos de final de la Champions, se pudo ver el principio de lo que está pasando en estos momentos. Un equipo cansado debido a las lesiones y la acumulación de minutos de hombres importantes.
Esto sumado a la pérdida se su principal patrocinador, y el incierto futuro de los jugadores que conforman la actual plantilla, ha hecho que el equipo entre en una dinámica de resultados negativos que le han llevado a ceder el segundo puesto en liga, y lo que podría ser peor, sin saber exactamente si en próximas campañas seguirá luchando por los primeros puestos del campeonato.
En la segunda vuelta el Naturhouse acumula 8 puntos de 18 posibles, y sólo ha sido capaz de ganar un partido de los últimos cinco. Estos datos son los que colocan al equipo de Logroño en su peor racha de resultados de los últimos cinco años.
En declaraciones que recoge el diario Marca, el entrenador del Naturhouse La Rioja dice haber tenido ofertas de clubes extranjeros, pero asegura que “aunque no hay nada firmado, he dado mi palabra y me quedo en Logroño”.
“No estamos en un buen momento y es una mezcla de todo, influyen la situación del club y aspectos tácticos. Lo más complicado es la situación personal de cada jugador, que les impide estar concentrados, no es algo consciente ni que se haga adrede” añade el técnico.
Termina diciendo que “hay que mirar con perspectiva, pasamos de ser segundos a ser terceros. Resta un final de temporada muy complicado y veo difícil una reacción”, y añade que “un entrenador puede ayudar, pero no está en la cabeza de los jugadores y a veces no se es capaz de convencerles de lo que hay que hacer. Luchar por algo en lo que muchos de ellos no van a estar la próxima temporada va en la responsabilidad de cada uno”.