El secretario general de CCOO de La Rioja, Koldo González, y otros cuatro miembros del sindicato, están siendo juzgados esta mañana por la vía penal por los incidentes registrados durante la huelga general del 29 de diciembre de 2010 en la empresa Talleres Lispar y Manzanesta del Caucho, a la que acudieron como piquetes informativos.
Al parecer, según el escrito de la acusación, a las 23,45 horas del día 28, “un grupo de unas 40 personas con chalecos rojos, alguno con la cara tapada, entró por la fuerza a la empresa donde se encontraban unos 20 trabajadores arrojando petardos a alguno de los empleados, así como a las máquinas y a los materiales”.
El Ministerio Fiscal solicita penas de dos años de cárcel para cada uno de los acusados por un delito de coacciones y una multa de 1.620 euros. Consideran que, además de subsanar los daños materiales, deben indemnizar a la empresa que perdió unas seis horas de trabajo.
Por su parte, el líder de CCOO aclaraba esta mañana, a la entrada del juzgado de Logroño, que en ningún momento entraron a la empresa antes del inicio de la huelga, ya que esta arrancaba a las 10 de la noche. Asegura además que “en ningún momento el derecho al trabajo fue conculcado” y apunta que no entiende cómo el escrito del fiscal puede decir que se pararon 80 máquinas cuando en ese momento había apenas 15 trabajadores.
Niega los daños en la maquinaria y se muestra convencido de que no habrá ninguna prueba que lo demuestre. Resulta curioso también para los sindicalistas que no haya acudido hoy al juicio ningún abogado de la empresa y que sea solo el Ministerio Fiscal el que ejerza la acusación.
Por último, ha concluido que “al igual que los compañeros de Airbus y los imputados por la huelga del 14M, hemos sido injustamente criminalizados por ejercer nuestro derecho de huelga”.