La organización pro derechos humanos, Human Rights Watch (HRW) , denuncia al gobierno de Obama , por no cumplir con su obligación de investigar las acusaciones sobre la figura del ex presidente Bush que le acusan de supuestas torturas cometidas durante su mandato.
La organización basa estas acusaciones en un informe que divulgó acerca de las denuncias de detenidos, supuestos terroristas, sobre los malos tratos a los que fueron sometidos. El documento asegura que estos sucesos fueron autorizados por el ex presidente Bush y otros funcionarios.
El documento titulado Tortura impune: el gobierno de Bush y el mal trato a los detenidos, que tiene una extensión de 107 páginas, también incluye nombres como los del ex vicepresidente Dick Cheney, el ex jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, y el ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), George Tenet. Según HRW y el documento, estos funcionarios ordenaron tipos de tortuas como por ejemplo el submarino que consiste en que con agua, se lleva al cautivo al borde de la asfixia. Otras prácticas fueron el uso de prisiones secretas de la CIA y la transferencia de detenidos a países donde fueron torturados.
La lucha de la organización no gubernamental lleva en pie desde el 2005, cuando presentó un documento en el que se formulaban ya acusaciones similares contra estos mismos funcionarios incluyendo al teniente general Ricardo Sánchez, del Ejército de EEUU, quien había sido comandante en Irak, y el ex general Geoffrey Miller, ex comandante militar de la prisión estadounidense en Guantánamo (Cuba).
Kenneth Roth, director ejecutivo de HRW, denuncia la postura que ha tomado Obama y el gobierno de EEUU ante la pasividad de este tipo de prácticas. Afirma que la tortura ha sido tratada simplemente como una selección desafortunada de procedimiento más que como un delito y exige que se restablezca la prohibición de la tortura.
Por otro lado, la tortura quedo fuera de la investigación que John Durham, subordinado del secretario de Justicia, Eric Holder, que estaba realizando en 2009 sobre los abusos a los detenidos. Este tipo de actos quedaron a un lado ya que los abogados del Departamento de Justicia y del Pentágono en el gobierno de Bush los habían autorizado y la investigación quedó limitada tan sólo a los actos no autorizados.
Por su parte el grupo de derechos humanos instó a la creación de una comisión independiente, no partidista, y argumentó que EEUU merece un juicio pleno y púbico para que de cuentas de esos abusos cometidos, añade también, que el uso de torturas, las desapariciones forzadas y las prisiones secretas de la CIA fueron ilegales, inmorales y contraproducentes y que pusieron de relieve el desprecio de el país de la Libertad por los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo .