El presidente de Chad, Idriss Deby, afirmó que los responsables del traslado ilegal de más de 100 niños desde Chad serán castigados por participar en una situación “intolerable”, en declaraciones realizadas durante su visita a la residencia donde se encuentran ahora los menores.
Los 103 niños estaban siendo trasladados por un grupo de voluntarios franceses conocidos como el Arco de Zoé, que afirman que les tenían preparados varias familias para alojarles en calidad de huérfanos del conflicto de Darfur.
La visita del presidente, realizada a última hora de ayer, fue retransmitida por los principales medios de comunicación chadianos. En la rueda de prensa posterior, el presidente calificó la situación de “estremecedora” e “intolerable” y advirtió de que todos los implicados serán “castigados”.
Según el viceministro francés para los Derechos Humanos, Rama Yade, los miembros del Arco de Zoé actuaron de “forma ilegal e irresponsable”, mientras fuentes diplomáticas confirmaron que la investigación sigue su curso. El ministerio galo había advertido a los ciudadanos franceses de que no confiaran en las actividades de los voluntarios franceses, repudiados por el resto de grupos humanitarios presentes en el país africano.
Yade declaró que, en realidad, no se sabe nada “acerca de los orígenes de los niños, su nacionalidad, o la situación real de sus familias y de sus comunidades”, en comentarios recogidos por el diario francés 'Le Parisien'.
En la operación fueron detenidos ocho voluntarios del grupo, junto con otros siete tripulantes españoles de la compañía Girjet cuando se disponían a salir del país hacia Francia en el avión en el que viajaban los menores, según denunció ayer la aerolínea. En la operación, también fue detenido un periodista.