“Nervioso y expectante”. Así reaccionó Imanol Garciandia cuando el Naturhouse La Rioja lo reclamó para estar en su filas esta temporada. No era para menos. El verano pasado ya estuvo realizando parte de la pretemporada del primer equipo y el técnico vallisoletano, ante la dificultad de encontrar jugadores en una demarcación compleja, lateral diestro, apuesta claramente por este joven de Zumárraga (30 de abril de 1995) al que ha venido siguiendo esta campaña. A sus 20 años podrá debutar en la EHF Velux Champions League y en Asobal. Lo hará después de haber pasado por el conjunto de su localidad natal y de militar esta última temporada en Elgoíbar, equipo de la Primera Nacional. Es decir, que el salto cualitativo es significativo.
Sin embargo, eso no parece asustar ni a su entrenador ni al propio jugador. Sin duda, la envergadura de Imanol Garciandia es imponente: 201 centímetros que hacen la vida sea más fácil en determinados momentos sobre la pista y 101 kilogramos. Al gran físico hay que añadir, como recalca Jota González, lo que quiere que aporte a su nuevo equipo; “lanzamiento exterior”. No sólo eso, también que “defienda en el dos”, pese a que en el Elgoíbar lo hacía en el centro, pero “aquí tenemos gente para ello”, admite el técnico del Naturhouse.
Otro aval importante, para favorecer su adaptación, es que “ya nos conoce”, ya sabe “cuál es nuestra forma de funcionar”. Eso no quita para que “tenga que aprender toda la táctica y nuestra forma de entrenar”. Pese a que Jota González cree que Imanol “es una apuesta fundamentelmente de futuro, consideramos que es el momento oportuno de que venga con nosotros”. En esta línea, explica que “es un año fundamental por ver cuál es su progresión”, por lo que espera que dé “un paso adelante para que sea un jugador importante de futuro”. Con ese criterio, el club firma a Imanol Garciandia por una temporada con opción a dos más.
Respecto a las intenciones de este estudiante de Administración y Dirección de Empresas -continuará con sus estudios en Logroño- asume que “está tranquilo”. Sabe que “el salto es muy grande”, por lo que “intentaré aprender el sistema” para así “en principio poder mejorar todo lo posible y dar lo que máximo que pueda”. En este sentido, indica que “me gusta atacar”, de hecho, “al principio en el Elgoíbar sólo atacaba, pero después empecé también a defender”. Aunque tiene claro que “no sé qué nivel tengo para defender aquí”. Vestirá la elástica franjivina con el número 41. La historia es sencilla. “Me gustaba el 14, pero como estaba ocupado” se ha optado “por darle la vuelta”.
Convenio con el Calasancio
En otro orden de cosas, el pasado jueves el Naturhouse La Rioja firmó un convenio de filialidad con el Calasancio, club referente en la ciudad y que esta pasada campaña contó con 247 fichas. El acuerdo es indefinido y puede ser denunciado por cualquiera de las dos partes cuando consideren que no hay beneficio para ambos. Fruto de esta colaboración, el jugador Eduardo Cadarso, del Calasancio, realizará la pretemporada con el primer equipo. De esta forma, a sus 16 años este joven -la campaña pasada militaba en el cadete de los colegiales- podrá disfrutar y aprovecharse de los entrenamientos de todo un equipo profesional como el Naturhouse La Rioja.