Imputado por asesinato el joven de 17 años detenido por el tiroteo a un comisario

0

La imputación le ha sido confirmada tras haber superado el récord de detención sin cargos, hasta 13 días, al igual que otro arrestado, un hombre de 37 años. Además, el adolescente ha sido imputado también por contar con un arma de fuego destinada a poner en peligro vista y pertenecer a una organización ilegal, el IRA de Continuidad, facción que se atribuyó la autoría del atentado.

Se trata de los primeros cargos tras la reaparición de grupos disidentes de los paramilitares del Ulster, que en un plazo de dos días dejaron tres víctimas, además de Carroll, dos soldados británicos asesinados el día 7 en la base del Ejército de Massereene. Además, su promulgación se produce después de que el líder del Sinn Fein, Gerry Adams, exigiese ayer que se abriese un proceso o los detenidos fuesen puestos en libertad.

En este sentido, ya este lunes dos individuos de 27 y 31 años arrestados la pasada semana por su supuesta relación con el asesinato del comisario en Craigavon abandonaron la custodia policial sin cargos, mientras que otras cuatro personas continúan siendo interrogadas por el mismo caso, después de que las fuerzas de seguridad hubiesen asegurado el pasado fin de semana una extensión para todos los arrestados por otros siete días.

RECURSO

No obstante, seis de los detenidos han presentado ya un recurso contra esta ampliación, si bien el Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI, en sus siglas en inglés) ha alegado que su función es asegurar el cumplimiento de “la ley como está promulgada” y subrayó que emplearán “todos los recursos legales para llevar a sus responsables ante la Justicia”.

Entre los demás detenidos, en este caso por el asesinato de los soldados Patrick Azimkar y Mark Quinsey en la noche del 7 de marzo figuran los hijos del ex líder del Ejército de Liberación Nacional Irlándés Dominic 'Perro Loco' McGlinchey y el ex consejero del IRA Brendan McConville.

La investigación se centra en un coche que supuestamente habría sido empleado por los disidentes para huir del cuartel en el que dieron muerte a los jóvenes y dejaron a otros cuatro heridos, dos miembros del Ejército y los dos repartidores de las pizzas que habían pedido a domicilio antes de partir a Afganistán. Al parecer, los autores no lograron prender fuego adecuadamente al vehículo y habrían dejado pruebas en el interior.