Un punto más. Con eso hay que quedarse. Pudo ser mejor, está claro. Ocasiones hubo. El Arenas planteó lo que se esperaba y la Unión Deportiva Logroñés se marchó de Gobela habiendo hecho lo que cabía pensar de los blanquirrojos -en Getxo de azul- en función de las bajas que arrastraba. El problema es que la fase de ascenso vuelve a distanciarse (a expensas de lo que haga el Racing) y que Gernika y Bilbao Athletic, al acecho de la cuarta plaza, quedan a 3 puntos. Además, Arnedo sufrió una lesión de rodilla -veremos en qué queda- y Ñoño, ya en el minuto 90, fue expulsado por lo que no estará, como mínimo, en la próxima jornada.
Por lo tanto, pese a que el equipo riojano hizo más que su adversario para ganar, el empate deja un sabor incompleto a una UDL que planteó el partido sabiendo que era fundamental mantener la portería a cero y estar sobrio en defensa durante la primera mitad. Así fue porque tras el descanso fueron los logroñeses los que estuvieron en disposición de adelantarse, pero Espina, Chamorro y Marcos André no la embocaron. Cierto que el choque pudo variar si Miguel Santos, en los primeros instantes no hubiera estado presto en despejar sobre la línea de gol un tiro de Zamorano que amortiguó el capitán riojano.
Sergio Rodríguez varió su dibujo. Apostó por una defensa inédita -la única que tenía- con la dupla Sotillos -muy seguro el madrileño en las acciones defensivas- y Zubiri en el centro de la zaga. En la medular, Arnedo estaba por delante de la línea de cuatro, mientras que Salvador y Rubén Martínez ocupaban el sitio en la medular. Chamorro era el referente de ataque, mientras que Marcos André y Espina partían desde los extremos.
ADAPTADA A GOBELA
Comenzó valiente la UDL, sin miedos ni al juego directo ni a un campo exigente para no confiarse en ningún lance. Dos saques de esquina de partida invitaban al optimismo. Sin embargo, la primera ocasión fue para un Arenas que fue a más. Aitor Ramos la ponía desde la derecha y Zamorano remataba para casi cantar gol. Pero entre Miguel y, finalmente, Miguel Santos, que sacaba el balón cuando se colaba, evitaban la alegría del jugador local. Reaccionó el cuadro azul cuando en la siguiente jugada era Salvador el que probaba a Txemi.
Es decir, que presencia en las áreas, poco juego combinativo y mucha intensidad en el juego aéreo. En medio de esa dinámica, Marcos André se hacía con el cuero, avanzaba en diagonal y chutaba con fuerza. El tiro lo desviaba un defensor y cuando parecía que el marcador se iba a mover, apareció Txemi, para con la pierna derecha, despejar. Sin duda, la mejor oportunidad de los riojanos para haberse puesto por delante y haber ganado en confianza en Gobela.
Tras unos minutos en los que no pasaba nada noticioso; juego en la medular, bastante golpeos directo y centros sin rematador, el Arenas fue encontrándose más cómodo sobre la hierba artificial. Por si fuera poco, Arnedo caía sobre el césped y debía abandonar el partido por una lesión en la rodilla -al menos los aficionados, unos doscientos blanquirrojos, ovacionaron al canterano-. Muneta salía por el centrocampista en la recta final de un primer tiempo en la que el ritmo fue decayendo a la vez que las fuerzas iban a menos.
En la segunda parte se acusó y para bien la presencia del vasco en la elaboración. Su capacidad para liderar a los suyos propició que la UDL tuviera más presencia en campo rival y que hubiera criterio con el balón en los pies. Además, el equipo viró su dibujo para estar más cercano a lo que acostumbra. Ante esta tesitura, dispuso el cuadro logroñés de hasta tres ocasiones para haberse adelantado. Espina estuvo presente en dos de ellas, aunque sin fortuna. En la primera, acabó bien pero Lozano, con Txemi superado, desbarataba la oportunidad. Mientras que en la segunda apostó por controlar en vez de rematar según venía provocando que un defensor le rebanara la pelota.
También la tuvo Chamorro -pese a que el campo y el fútbol le iba a venir que ni pintado, el delantero no estuvo muy brillante-, pero pecó de falta de agresividad. Quiso gustarse y quizá era el momento de buscar portería, más que hacerlo bonito. Fue lo último que ayudó a su equipo porque Ñoño entraba por el ariete.
Enfilaba la UDL la recta final del choque con buenas sensaciones porque los riojanos controlaban con continuidad e incluso al Arenas le costaba asomarse a las cercanías de Miguel. Sergio Rodríguez agotaba sus cambios con Titi y en su primera aparición, tras combinar con Ñoño el cuero le llegó a Marcos André en una de las últimas llegadas de los visitantes. Y encima tras la expulsión del andaluz tuvo la UDL que ponerse el mono de trabajo para defender un par de acciones en inferioridad, aunque sin consecuencias para el resultado.
FICHA TÉCNICA
Arenas: Txemi; Espinosa, Edu Luna, Gonzalo, Jonxa Vidal; Luisma Villa, Lozano, Uranga, Zamorano (Jordan, min. 67); Dani López (Ontiveros, min. 74) y Aitor Ramos (Urquiza, min. 84).
UD Logroñés: Miguel; Miguel Santos, Sotillos, Zubiri; Paredes; Rubén Martínez (Titi, min. 83), Arnedo (Muneta, min. 41), Salvador; Marcos André, Chamorro (Ñoño, min. 63) y Marcos André.
Goles: No hubo.
Árbitro: Antonio Monter Solans (Comité Aragonés). Expulsó al visitante Ñoño (min. 90). Amonestó a los locales Uranga (min. 9) y Gonzalo (min. 65), Dani López (min. 91), estando en el banquillo y al visitante Titi (min. 85).