La Guardia Civil ha investigado a un varón de 43 años, de nacionalidad española y residente en Albelda de Iregua, como presunto autor de un delito contra la salud pública por el cultivo de 10 plantas de marihuana.
Esta intervención forma parte de los operativos que la Guardia Civil realiza en la provincia para detectar plantaciones de marihuana en terrazas, ventanas y balcones. Agentes del Puesto de Nalda observaron, en las ventanas de un edificio de Albelda de Iregua, la presencia de 10 plantas de Cannabis sativa, frondosas y cargadas de cogollos, cuyo intenso olor era fácilmente perceptible desde la vía pública.
Localizado el propietario de la vivienda, se le informó sobre el procedimiento a seguir. Este colaboró en todo momento con los agentes y permitió la entrada y registro de su domicilio, donde se intervinieron las plantas junto con 70 gramos de cogollos listos para su distribución.
Las diez plantas se encontraban en el momento óptimo para su recolección. Tras el proceso de deshidratación, se procedió a la separación de los cogollos, los cuales arrojaron un peso total de 612 gramos. Gracias a esta actuación, se ha logrado impedir que un total de 682 gramos de cogollos de marihuana se pongan a la venta.
Las actuaciones han sido puestas a disposición de la autoridad judicial.
Nuestro Código Penal contempla que “los que ejecuten actos de cultivo, elaboración o tráfico, o de otro modo promuevan, favorezcan o faciliten el consumo ilegal de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, o las posean con aquellos fines, serán castigados con las penas de prisión de tres a seis años y multa del tanto al triplo del valor de la droga objeto del delito si se tratare de sustancias o productos que causen grave daño a la salud, y de prisión de uno a tres años y multa del tanto al duplo en los demás casos”.
En contra de la creencia popular, que considera la marihuana como una “droga blanda”, el cultivo y/o elaboración de ésta, en cualquiera de sus variedades, independientemente de su peso y cantidad, sea al aire libre, en campo abierto, o en zona cerrada o terreno particular, es constitutivo de delito contra la Salud Pública.