El Gobierno de Irán ha anunciado que no aceptará la petición de Brasil de acoger a Sakineh Mohammadi Ashtiani, la mujer iraní condenada a morir lapidada, acusada de adulterio. La petición de acogida la realizó el propio Luiz Inácio Lula Da Silva, el presidente brasileño, hace un mes, calificando de “barbarie” la condena de lapidación.
En la última reunión del Mercado Común del Sur (Mercosur) celebrada estos últimos días, Lula reiteró su postura de acoger a Sakineh Mohammadi Ashtiani. Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Ramin Mehmanparast, descartó esta opción, alegando que “el señor Lula Da Silva tiene una personalidad humana y sensible y probablemente no ha recibido la suficiente información” sobre Mohammadi Ashtiani.
Sakineh Mohammadi Ashtiani fue detenida en 2005 y condenada a recibir 99 latigazos por mantener una “relación ilícita”, pero después se le condenó a muerte por lapidación, acusada de haber mantenido una relación extra marital. A esta condena solo se opusieron dos de los cinco jueces del tribunal, alegando que ya había cumplido una condena anterior por la misma cuestión y que no se disponían tampoco de pruebas suficientes para juzgarla.
Varias asociaciones pro derechos humanos, entre las que se encuentra Amnistía Internacional , denuncian este tipo de pena y la situación que está viviendo Mohammadi Ashtiani y su familia a raíz de las protestas que han originado la noticia de su situación. Precisamente, Amnistía Internacional ha denunciado recientement que la mujer y el cuñado del abogado de Mohammadi Ashtiani fueron detenidos en un intento, aparentemente, de que dejen de presionar para que se levante la pena que pesa sobre esta mujer iraní.