Irán ha ordenado este martes al embajador canadiense en Teherán, John Mundy, que abandone el país, según afirmó el ministro de Asuntos Exteriores canadiense, Maxime Bernier (en la imagen), que calificó este hecho de absolutamente injustificable.
Bernier sugirió que la expulsión de Mundy, que fue designado recientemente y aun tenía pendiente la aceptación de sus credenciales, es un movimiento de represalia por parte del Gobierno de Teherán. Canadá e Irán han intentado llegar a un acuerdo de intercambio de embajadores desde hace tiempo, pero el Gobierno canadiense no ha querido aceptar a ninguno de los candidatos iraníes presentados hasta ahora.
“Desafortunadamente, hasta ahora no hemos sido capaces de aceptar a los candidatos enviados por Teherán”, alegó Bernier en un comunicado. “Creemos que la expulsión de nuestro embajador es una consecuencia desafortunada e injustificable de esta situación”, explicó el ministro. “Como siempre, canadá está dispuesta a recibir a un embajador iraní cuando presenten un candidato adecuado”, agregó.
“Apoyamos a nuestro embajador, que ha llevado a cabo sus deberes diplomáticos con profesionalismo y dedicación”, afirmó el ministro. Por su parte, el chargé d'affaires (Encargado de Negocios) iraní enviado a Ottawa, Seyed Mahdi Mohebi, expresó ayer la frustración por que las propuestas de su país son ignoradas por el Gobierno del primer ministro, Stephen Harper, en una entrevista con el 'The Canadian Press'.
Las relaciones entre ambos países son tirantes desde que el ex embajador canadiense Ken Taylor ayudó a escapar a ciudadanos norteamericanos de la Embajada de Estados Unidos en 1980 antes de que fuesen tomados como rehenes por los estudiantes radicales poco después de la revolución iraní.